España

El clamor de Cáritas en el Día de las Trabajadoras en el Hogar: solo una de cada cien ha cobrado el subsidio extraordinario

La entidad eclesial reclama “reconocimiento social y condiciones laborales dignas”





Este 30 de marzo, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, Cáritas ha hecho público un comunicado en el que denuncia que su situación, lejos de mejorar y tener más visibilidad, retrocede ante la inacción de los responsables políticos: “Cuando se cumple un año de la declaración del estado de alarma a causa de la pandemia, la realidad de las trabajadoras de hogar acompañadas por Cáritas, uno de los sectores más afectados por la crisis social y sanitaria del Covid-19, continúa sin contar con el reconocimiento social que merece ni con unas condiciones laborales dignas”.



En este contexto, “Cáritas reafirma su objetivo de dar visibilidad a un sector laboral esencial que, en pleno impacto del coronavirus, siguió realizando su actividad pese a las difíciles condiciones de protección y distanciamiento, el miedo al contagio y, en muchos casos, la pérdida de empleos”.

Graves situaciones de precariedad

“Muchas mujeres empleadas de hogar –lamenta la entidad eclesial– no han podido trabajar durante el período de confinamiento, lo que las ha empujado a graves situaciones de precariedad, teniendo en cuenta que el sector aún no cuenta con prestación por desempleo que pueda proporcionarles una eventual protección social ante situaciones de cese de actividad o, como ha sucedido con la pandemia, circunstancias extraordinarias”.

Pese a que “el Gobierno ha intentado dar respuesta” a esta situación “mediante el establecimiento, hace justamente hoy un año, de un subsidio extraordinario y temporal (Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo)”, la triste realidad es que esta medida “no ha servido, en la práctica, para cubrir las necesidades más urgentes de la mayoría de trabajadoras del hogar”.

Tres de cada cuatro no lo solicitan

Una situación debida “a las dificultades de acceso creadas por los trámites administrativos, al retraso o impago de las ayudas, y al hecho de que una buena parte de ellas no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, por lo que no tienen derecho a solicitarlo”. De este modo, nos encontramos con que “el hecho es que tres de cada cuatro trabajadoras del hogar no han solicitado este subsidio y solo una de cada cien lo ha cobrado”.

A ello se une el hecho de que la pandemia “ha provocado una caída muy importante en las contrataciones, que ya se habían visto afectadas a raíz de la subida del Salario Mínimo Interprofesional”. La gran consecuencia es que “se ha producido una caída importante de las afiliaciones a la Seguridad Social (21.365 menos que un año antes), que en la actualidad están en su nivel más bajo desde 2012”.

Economía sumergida

De este modo, nos topamos con que “las mujeres que trabajan como empleadas de hogar se están enfrentando, por un lado, a la pérdida de sus empleos, y, por otro, a la necesidad de trabajar menos horas o las mismas, pero cotizando por menos y, como reflejan los datos, a optar por trabajar en la economía informal (la EPA señala que hay más de medio millón de personas trabajando en empleo de hogar, frente a las 381.200 afiliaciones registradas en la Seguridad Social)”.

Cáritas, comprometida en la formación de estas mujeres en todo tipo de programas, reitera también que, “en ocasiones, es necesario ofrecer un acompañamiento personalizado para la búsqueda de un empleo que empodere a estas trabajadoras para que demanden empleos con derechos y salario digno. No hay que olvidar que este es un sector con una gran vulnerabilidad laboral, donde son frecuentes los empleos sin contrato, el incumplimiento de horas pactadas o sin derecho al desempleo. Para ello, los programas de empleo de Cáritas ofrecen apoyo a estas empleadas para que puedan encontrar un trabajo con la mayor protección posible dentro del sector”.

Acceso al empleo

Del mismo modo, el brazo social de la Iglesia cuenta con “un gran número de agencias de colocación y bolsas de empleo especializadas en el trabajo de hogar y cuidados, a las que recurren tanto mujeres como hombres en búsqueda de trabajo en ese sector, así como familias que necesitan contratar a alguien que les ayude, bien con el cuidado de sus familiares o con la limpieza del hogar”.

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