La Iglesia de Valencia se ha unido al Servicio Jesuita a Migrantes de España y al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Generalitat Valenciana y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en España (ACNUR) al proyecto de la Comunitat ‘Agermanament Comunitari Valencià’, con el cual se pretende poner en práctica la acogida e integración de personas refugiadas provenientes del Líbano.
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El plan, tal como detalla Europa Press, viene precedido por una experiencia similar llevada a cabo en el País Vasco. Con él se acogerá a un total de 23 personas de cinco familias de origen sirio y que hasta el momento se encuentran en los campos de refugiados que hay en el Líbano, ha apuntado el Arzobispado de Valencia en un comunicado.
Por medio de las entidades que gestionan el programa, se crearán grupos locales con personas voluntarias, que se encargarán de mantener una relación directa con estas familias, acompañándolas en todo el proceso de adaptación a nuestro país, desde el aprendizaje del idioma hasta ayuda para encontrar un trabajo.
Ponerse al servicio
Asimismo, el proyecto incluye la provisión de una vivienda y el diseño de un itinerario de formación para los refugiados, de acuerdo con su experiencia y formación previa, además de apoyo psicológico en aquellos casos en que sea necesario.
Por su parte, Aurora Aranda, secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia, ha destacado que este proyecto sitúa a Cáritas Valencia “en la línea de la propuesta del papa Francisco cuando nos invita a poner en juego cuatro verbos en referencia a las personas migrantes: acoger, proteger, promover e integrar”.
“La tarea que estamos haciendo, con el apoyo de la comunidad cristiana de Cocentaina, significa ponernos al servicio de esta familia en situación de vulnerabilidad y ser verdadera Iglesia en salida que apuesta por las personas que lo han perdido todo y que necesitan emprender una nueva vida en un espacio de paz y con un acompañamiento de calidad y calidez”, ha aseverado.
