El sacerdote y teólogo suizo, que siempre mantuvo que el dogma de la infalibilidad papal es insostenible, ha muerto hoy a los 93 años
Muere Hans Küng. El sacerdote y teólogo suizo, que siempre mantuvo que el dogma de la infalibilidad papal es insostenible, ha fallecido hoy martes a los 93 años en Tubinga (Suiza). El hombre díscolo, que se autodefinía en tiempos del pontificado de Benedicto XVI como “la leal oposición a Su Santidad el Papa”, llegó a estar ‘castigado’ por Juan Pablo II, que le retiró la licencia para enseñar teología en 1979 precisamente por negar la infalibilidad papal, pues se había negado a retractarse.
Küng ha fallecido “en paz en su casa de Tubinga”, tal y como recoge EFE citando a una portavoz de la Global Ethic Foundation, que él mismo creó. Compañero de Joseph Ratzinger durante el Concilio Vaticano II, también se ha mostrado crítico con su papado. No así con el siguiente Pontífice, el papa Francisco, con quien mantuvo buena sintonía llegando a afirmar que suponía una “ruptura” con el pontificado de su predecesor. Sin embargo, criticó abiertamente que Jorge Mario Bergoglio llevara adelante la canonización de Juan Pablo II.
El teólogo de los best-sellers católicos cuenta con una obra traducida en más de 30 idiomas. En 1970, tras el Concilio, publicó el ensayo ‘¿Infalible?’, en el que mantenía que no existían en las Escrituras argumentos para fundamentar la infalibilidad.
Nacido el 19 de marzo de 1928 en Lucerna (Suiza), el teólogo se licenció en 1953 en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, se ordenó sacerdote en 1954 y comenzó su actividad sacerdotal en Basilea. Obtuvo el doctorado en Teología con la tesis ‘La justificación en Karl Barth’.
Juan XXIII le nombró consejero oficial del Concilio Vaticano II y Küng actuó como experto y asesor de los obispos suizos entre 1962 y 1965. Publicó entre sus primeras obras ‘El concilio y la unidad de la Iglesia’, ‘Las estructuras de la Iglesia’ y ‘La libertad hoy’.
En 1967 publicó ‘La Iglesia’, una de sus obras más polémicas en la que se pronunciaba sobre la supresión del “imprimatur” o censura previa de los libros teológicos y la abolición del celibato.
Küng se convirtió en el primer sancionado del pontificado de Karol Wojtyla. En 1980 dejó de pertenecer a la Facultad de Teología de la Universidad de Tubinga, pero conservó, por un estatus especial, su cátedra de Teología Ecuménica y Dogmática, así como la dirección del Instituto de Investigación Ecuménica.
En 2013, Küng dijo que se planteaba recurrir a la eutanasia ante la progresión que sufría de su enfermedad de Parkinson. “No quiero seguir viviendo como una sombra de mi mismo”, escribió en el tercer y último volumen de sus memorias.