Con la muerte del teólogo Hans Küng, a los 93 años en Tubinga, son muchos los que han sacado a relucir los puntos de conflicto con la ortodoxia católica en las diferentes etapas por las que ha pasado su vida. Implicado en las últimas décadas en su gran proyecto de establecer las premisa de un proyecto de ética mundial a partir de las diferentes religiones, el profesor emérito de Teología, cuestionado por el Vaticano, ha fallecido como sacerdote católico.
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Acercar el evangelio
Aunque natural de Suiza su vida intelectual la ha desarrollado en Alemania, donde han lamentado su pérdida. Cofundador de la revista internacional de teología ‘Concilium’ se definía como un “teólogo católico leal”. Para la Conferencia Episcopal Alemana, Künh ha sido un “investigador reconocido y controvertido” en su empeño por “hacer comprensible el mensaje del Evangelio y darle un lugar en la vida de los fieles”, según su presidente el obispo Georg Bätzing. “Le agradezco en esta hora de despedida expresamente sus muchos años de compromiso como teólogo católico” comprometido con “ecumenismo vivido” y el diálogo interreligioso”, señaló Bätzing.
Por su parte, la Universidad de Tubinga ha lamentado su muerta ya que el ateneo pierde “un investigador productivo, un erudito extremadamente creativo y un excelente teólogo”, en palabras del rector de la universidad, Bernd Engler. “Con el Instituto de Investigación Ecuménica y el Instituto de Ética Global de nuestra universidad, Küng creó instituciones de importancia duradera y, por lo tanto, moldeó profundamente la universidad. Con su compromiso mundialmente reconocido con la reforma eclesiástica y el diálogo entre religiones, ha contribuido significativamente a la reputación internacional de la Universidad de Tubinga”, según recoge el portal katholisch.de.
Reacciones políticas
Desde la arena política, el ministro presidente de la región de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann, definió al teólogo como “importante y pionero maestro en cuestiones de fe, acción ética e interpretación de los acontecimientos mundiales”. Para Kretschmann “su trabajo se echará de menos, especialmente en un momento en el que la cohesión de la sociedad está siendo puesta a prueba por los trastornos sociales y económicos”.
El ministro alemán de Desarrollo, Gerd Müller, calificó a Küng de “gran pensador y teólogo de nuestro tiempo”. El legado y el llamamiento permanente de este “teólogo clarividente y, en el mejor sentido, orientado al mundo, es dedicarse decididamente a estas cuestiones centrales de la supervivencia de la humanidad”, apuntó.