En estos días, fallecieron dos personalidades de la educación católica de la Argentina: el profesor Alfredo Van Gelderen y el marista Eugenio Magdaleno.
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Ambos dirigentes tuvieron una sólida incidencia en el ambiente educativo y acompañaron los procesos formación de muchos alumnos de los colegios católicos.
Eugenio Magdaleno
Había nacido en España, en la región de Castilla, hace 88 años. Allí realizó su formación sacerdotal. Llegó a la Argentina en 1950, donde inició su carrera docente. Estudió Letras en el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), Teología Dogmática en Roma, y se doctoró en La Sorbona, donde fue profesor. Tuvo como alumno a Jorge Mario Bergoglio, a quien alguna vez recordó como un estudiante inteligente y callado.
En el país, trabajó en varios establecimientos maristas, y fue Consejero Provincial durante seis años. Amplió su horizonte educativo al ocupar el cargo de Consejero General de la Congregación, por ocho años.
En 1990 regresa a la Argentina y participa en varios proyectos pastorales, siempre cercanos al campo educativo: adaptación del Catecismo Católico para la educación primaria y secundaria, la creación del movimiento Remar con grupos universitarios que trabajan pastoralmente en asentamientos y hospitales, entre otros.
Hoy, la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA) comunicó y lamentó su deceso: “Dale, Señor, el descanso eterno y brille para él la luz que no tiene fin. Que descanse en la paz del Señor junto a María y a los Ángeles y Santos. La figura luminosa del Hermano Eugenio Magdaleno, un marista vigoroso y pleno, nos alienta en el peregrinar hacia Dios“.
Alfredo Van Gelderen
El profesor nació en La Calera (Provincia de Córdoba). Desde su juventud participó en la vida pastoral, desde la Acción Católica Argentina, pero también desde el impulso para movilizar al laicado ante el Congreso Pedagógico Nacional de la década del 80.
Dese 1947, ejerció la docencia en todos los niveles educativos, tanto en la gestión privada como estatal. Fue profesor de la Universidad Católica Argentina (UCA), donde llegó a ocupar el cargo de vicedecano delegado de las Facultades de Psicología y Educación.
Fue vicedirector de la Escuela Argentina Modelo, en el nivel primario y secundario. Y participó activamente en organizaciones vinculadas con la educación: Fundación Navarro Viola, Cimientos, CONSUDEC.
Durante más de 15 años fue secretario de la Academia Nacional de Educación, y fue miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes, con sede en Salzburgo.
Nos queda un legajo enorme en cuanto escritos, libros, pero fundamentalmente su ejemplo de vocación docente.
Falleció el sábado 3 de abril, a los 92 años.
