El Papa: “La verdadera respuesta al auge del populismo es una política de fraternidad”

  • Francisco envía un mensaje a una conferencia internacional sobre movimientos populares que se celebra en Londres
  • “Que todas las diócesis del mundo tengan una colaboración sostenida con los movimientos populares”, expone el Papa en el escrito

El Papa: “La verdadera respuesta al auge del populismo es una política de fraternidad”

La verdadera respuesta al auge del populismo no es precisamente más individualismo sino sino lo contrario: una política de fraternidad, arraigada en la vida del pueblo “. Con estas palabras, el Papa se ha sumado a la Conferencia Internacional ‘Una política arraigada en el pueblo’, organizada por el Centro de la Teología y la Comunidad en Londres en torno a los temas de su libro Soñemos Juntos, vinculado a los movimientos populares y las organizaciones que los apoyan.



Francisco propone utilizar el término “popularismo” como alternativa al concepto de “populismo”. Así, recuerda la necesidad de seguir acompañando al pueblo “en su lucha por la tierra, el techo y el trabajo, las famosas tres ‘T’, y permanecer a su lado cuando se topan con actitudes de oposición y desprecio”. Para Francisco, “la pobreza y la exclusión del mercado de trabajo que resultan de esta pandemia han hecho tanto más urgentes y necesarios” esta misión.

En esta misma línea, el Papa reivindica la política como servicio, “que abre nuevos caminos para que el pueblo se organice y se exprese”. “Es una política no sólo para el pueblo sino con el pueblo, arraigada en sus comunidades, y en sus valores”, apunta, subrayando a renglón seguido que los populismos hacen suyo el “paternalismo político” el lema “Todo para el pueblo, nada con el pueblo”.

El pueblo, protagonista

“El pueblo en la visión populista no es protagonista de su destino, sino termina siendo deudor de una ideología”, insiste Francisco en un texto en que asegura que el pueblo debe “ser protagonista de su historia, de su destino, de expresarse con sus valores y su cultura, de su creatividad, de su fecundidad”.

Pero, ¿qué papel juega la comunidad católica en este contexto? “Para la Iglesia es imposible separar la promoción de la justicia social del reconocimiento de los valores y la cultura del pueblo, incluyendo los valores espirituales que son fuente de su sentido de dignidad”, subraya el Papa desde la premisa del “Dios con nosotros”.

Desde ahí, el Papa expresa su propio deseo al respecto: “Que todas las diócesis del mundo tengan una colaboración sostenida con los movimientos populares”. “Salir al encuentro de Cristo herido y resucitado en las comunidades más pobres nos permite recobrar nuestro vigor misionario, porque aquí nació la Iglesia, en la periferia de la Cruz”, explicita a continuación.

Consciente de los riesgos que conlleva trabajar con los movimientos populares, Francisco comparte con los participantes de este foro que a “algunos los acusan a ustedes de ser demasiado políticos, otros de querer imponer la religión”. “Pero ustedes perciben que respetar al pueblo es respetar sus instituciones, incluso las religiosas; y que el papel de esas instituciones no es imponer nada sino caminar con el pueblo, recordándoles el rostro de Dios que siempre nos adelanta”, les alienta.

Desde ahí, en el escrito les anima a “caminar delante, en medio y detrás del pueblo”: “Delante para señalar un poco el camino, en medio para sentir con su pueblo y no equivocarse, y detrás para ayudar a los rezagados y para dejar que el pueblo con su olfato también encuentre caminos”.

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