Cono Sur

Chile: nuevo templo quemado en La Araucanía

El obispo de Villarrica hace un ferviente llamado a establecer puentes y oportunidades para salir de este clima de violencia permanente en la zona





“Mi afecto y mi solidaridad está, en primer lugar, con la comunidad eclesial que ha sufrido esta afrenta” expresa el obispo de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier, en el comunicado que dirige a la comunidad diocesana respecto al incendio provocado que afectó la noche del viernes al sábado a una capilla de la parroquia san Antonio de Padua en la comuna de Padre Las Casas, vecina a la ciudad de Temuco, en La Araucanía.



El obispo llama a rezar por la paz y a reflexionar sobre los motivos “de esta violencia irracional y qué caminos hemos de transitar todos como sociedad para dar solución a la crítica situaciones que estamos viviendo”, dice el comunicado.

“Debemos ser capaces de traer la paz a la región, continúa el obispo, asumiendo cada uno de nosotros un papel activo y decisivo en la construcción de puentes y oportunidades con los que menos tienen, con quienes se sienten marginados, con quienes piensan que, en la violencia está la solución a sus demandas sin saber -quizás- que es la violencia la que deslegitima sus aspiraciones y dificulta las soluciones”.

¿Relacionados con el conflicto mapuche?

Son varias decenas los templos quemados en los últimos 5 años en las provincias de Arauco, Malleco y Cautín, las que integran la zona de mayor número de conflictos armados, ataques a empresas forestales y quema de plantaciones agrícolas, viviendas, camiones e iglesias.

Aunque en algunos de esos hechos se han encontrado leyendas alusivas al conflicto mapuche, no siempre hay seguridad para atribuirlos a esa causa, sino también analistas consideran la posibilidad de que grupos contrarios a la causa mapuche los ocasionen para provocar la intervención militar en la zona.

Las decenas de templos quemados presentan rasgos comunes: todos se ubican en sectores rurales, de material ligero, normalmente construidas en madera; todos los atentados fueron iniciados durante la noche; y en muchos de ellos se han encontrado panfletos y lienzos con mensajes contra la iglesia católica y de expresiones anarquista.

Sorprenden estos actos al considerar que el 55% de la población mapuche se declara católicos y el 32% evangélicos. Muchas veces estos lugares de culto también sirven de escuela y en emergencias son centros de acopio y refugio para la comunidad. En general, estas capillas están ubicadas en los sectores más pobres de la región más pobre de Chile y han sido levantados con el esfuerzo de los mismos mapuche.

Trabajar por el desarrollo, sin exclusiones

El obispo de Villarrica, con el dolor por la reciente capilla quemada, agrega en su comunicado que “la Iglesia en la Araucanía seguirá trabajando -cada vez con más ahínco y profesionalismo- en el desarrollo humano de sus habitantes, sin exclusiones, así como en anunciar a Jesucristo y llevar el Evangelio a todos los rincones de la Región convencidos que solo en Cristo las personas pueden encontrar su verdadera felicidad”.

Concluye el comunicado del obispo haciendo un llamado “a las comunidades católicas de la diócesis y también a todos los hermanos que profesan creer en Cristo a seguir orando, con más intensidad, por todos aquellos que sufren esta inútil y creciente violencia, así como por aquellos que equivocadamente buscan soluciones a través de la destrucción y del terror y también por las autoridades responsables del bien común”.

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