Alexandre Awi Mello explica a Vida Nueva que la primera Jornada Mundial de los Abuelos, que se celebra el 25 de julio, pretende destacar que las personas mayores son “la fuente de la sabiduría”
“Muchas familias no se entenderían sin los abuelos, que son los que cuidan a los hijos porque los padres tienen que estar todo el día trabajando. Con esta iniciativa del Papa, queremos destacar el valor y el papel de los ancianos en nuestra vida y en nuestra historia. Son la fuente de la sabiduría”. El sacerdote brasileño Alexandre Awi Mello, secretario del dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, explica con estas palabras a ‘Vida Nueva’ el sentido de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores, que se celebrará el 25 de julio y cuyo tema, hecho público este martes por el Vaticano, será “Yo estoy contigo todos los días” (cf. Mt 28,20).
“Los abuelos son los que transmiten la cultura, las raíces de nuestra historia y también la fe. Es importante reconocer su importancia y con esta jornada se pretende que haya una reflexión de la que puedan nacer iniciativas pastorales”, sostiene Awi Mello, destacando que la celebración se desarrollará principalmente a nivel local, diocesano y parroquial, pues “no se quiere que haya una imposición desde arriba”, sino buscar la “descentralización”.
En cualquier caso se espera que el papa Francisco presida una Eucaristía con motivo de esta celebración, en la que participará solo un reducido grupo de ancianos, debido a las restricciones motivadas por la pandemia. El Vaticano publicará además con antelación a la jornada un mensaje del Pontífice especialmente dedicado a las personas mayores, mientras que el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ofrecerá recursos pastorales a través de la página web www.amorislaetitia.va, lanzada con motivo del Año de la Familia convocado por el Papa.
“Será una jornada marcada por la pandemia, que precisamente ha golpeado más a los ancianos. Son un colectivo que ha sufrido mucho las consecuencias sanitarias, pero también el aislamiento obligado y la falta de contacto con sus familiares. Es por ello que resulta muy hermoso que el tema elegido les recuerde precisamente que tanto Jesús como toda la Iglesia está con ellos todos los días de su vida”, afirma el secretario del dicasterio.
Preguntado por la posibilidad de que esta celebración de los ancianos se convierta en una especie de Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) pensada para las personas de más edad, Awi Mello reconoce que sería “muy hermoso” poder ofrecer momentos de convivencia una vez acabe la pandemia. “Es una idea que tendremos que dejar que madure con el tiempo. Los miembros de las tercera edad ya tienen costumbre de viajar bastante en los países del hemisferio norte. No es imposible que en el futuro organicemos una JMJ para los abuelos”.