El responsable de Catequesis en la CEM, Fidencio López Plaza, explicó que la sinodalidad es el alma y condición necesaria para que la Iglesia permanezca en estado de misión y para afrontar los retos que enfrenta el país
La Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis (DINNEC) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llevará a cabo de forma virtual el Congreso Nacional de Sinodalidad Catequística, del 21 al 24 de junio de 2021.
El responsable de dicha dimensión, el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, lanzó un llamado a las y los catequistas del país, a los equipos diocesanos de catequesis y en general a todos los interesados, a participar en este congreso, que lleva por lema “La alegría y la belleza de caminar juntos”.
El objetivo es contemplar y “celebrar la sinodalidad de los diversos ámbitos del ministerio de la catequesis en la Iglesia que peregrina en México, para discernir qué hacer y cómo hacer la voluntad de Dios, caminando y construyendo juntos su Reino”, explicó.
Para el obispo López Plaza, si bien el papa Francisco le ha dado un gran impulso a la Iglesia en salida, también es cierto que ha considerado la sinodalidad como el alma y condición necesaria para poder estar en ese estado de misión y para afrontar los retos de una sociedad, muchas veces, fragmentada e individualista.
Por ello –dijo– Iglesia, Sinodalidad y Misión son tres realidades que se implican mutuamente y, más aún, que se fusionan como una sola.
“No podríamos hablar de Iglesia si ésta no cumple la misión evangelizadora que Cristo le ha encomendado, y no podemos hacer misión si no es desde la experiencia de ‘caminar juntos’, que es el significado etimológico de sinodalidad.
En este contexto –explicó el obispo en conferencia de prensa– desde la DINNEC se ha querido asumir la espiritualidad de sinodalidad como estilo de vida en el ministerio de la evangelización y catequesis.
“Creemos que la riqueza que implica la sinodalidad es el antídoto perfecto que el papa Francisco y el Episcopado Mexicano intuyen ante los grandes desafíos que el pueblo de Dios afronta en México”.
Desde esta perspectiva –apuntó– la sinodalidad se convierte en signo profético, en un mundo muchas veces dividido.
“Nosotros queremos, e invitamos a los catequistas de México, a ser ese signo profético. La convocación que les hacemos a participar en el congreso es, en sentido pleno, un llamado a sumarse con nosotros a redescubrir que la sinodalidad es alegre y es bella porque tiene como modelo y autor a Jesucristo, camino y belleza por excelencia”.
Durante el congreso, las celebraciones eucarísticas serán presididas por el nuncio apostólico en México, Franco Coppola; el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez; el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, y el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza.
Como parte del programa se llevarán a cabo ocho conferencias entre las que destaca “Signos, gritos y realidades que claman una Iglesia sinodal”, que será presidida por el doctor Rodrigo Guerra López.
Asimismo, el cardenal Carlos Aguiar Retes participará con el tema “Coordenadas existenciales de una pastoral y catequesis sinodal, y sus repercusiones en el ámbito de sinodalidad de coordinadores diocesanos”.
Y el arzobispo Rogelio Cabrera reflexionará en torno a los “Imperativos categóricos del Reino a la catequesis ante la vulnerabilidad post-pandemia, el aporte de las congregaciones religiosas con carisma catequístico”.
Previo al Congreso, los catequistas ya han empezado a prepararse a través de un subsidio elaborado por la DINNEC, que comprende cuatro talleres y un retiro espiritual.
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