Del 23 de febrero al 16 de marzo se celebraba, con un total de 4 sesiones, el Foro online ‘Hacia un nuevo currículo de Religión Católica. Un diálogo entre todos y para todos’. Una iniciativa que surgía, tal como ha explicado en la presentación de las conclusiones, celebrada hoy, el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, Alfonso Carrasco, obispo de Lugo, de “la escucha de numerosas personas e instituciones, también delegaciones diocesanas de enseñanza, que nos pedían insistentemente una renovación del currículo de Religión” y que, por otra parte, “respondía a las exigencias de la nueva reforma educativa, aprobada recientemente, y que nos obliga a actualizar el currículo”.
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“Ante estos retos”, ha continuado, “sentimos entonces que necesitábamos la experiencia y la sabiduría de todos, para poder tener en cuenta adecuadamente las posibilidades, las dificultades, y los horizontes educativos reales de nuestro sistema escolar”. De esta manera, se propuso esta metodología “abierta a todos” y “atenta a lo que está aconteciendo tanto en la sociedad como en la Iglesia”, en la que se pretendía “acertar en la selección de aquellos aprendizajes religiosos que pudiesen mejorar la educación de todos, ayudando a crecer en libertad y responsabilidad personal, en aprecio de la justicia y la solidaridad”.
De esta manera, con el contenido de las sesiones se ha elaborado un documento que sintetiza lo reflexionado en un total de 10 claves que han sido presentadas por Raquel Pérez Sanjuán, directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Estas claves son:
1. Centralidad de la persona
“El marco eclesial de nuestro tiempo, que subraya la centralidad de la persona en la educación, será por supuesto el de nuestra la actualización del nuevo currículo de Religión católica”, ha señalado Pérez.
2. Diálogo con los desafíos
“El nuevo currículo de Religión católica deberá plantearse en diálogo con los desafíos globales de la educación, especialmente de la UE, que ha re-humanizado en 2018 su propia definición de competencias clave”, ha explicado.
3. En “línea” con la LOMLOE
Asimismo, Pérez ha señalado que “el nuevo currículo de Religión católica deberá plantearse en línea con el marco pedagógico de la LOMLOE, en clave de competencias y en referencia a sus descriptores en los perfiles de salida que fijarán las Administraciones educativas”.
4. Acudir a la Teología
En cuanto a los contenidos, “la racionalidad propia de la Teología ayudará a formular pedagógicamente algunos contenidos esenciales del nuevo currículo de Religión”.
5. Diálogo entre fe y cultura
“El diálogo fe-cultura será un eje vertebrador del nuevo currículo de Religión: la fe nos proporciona la perspectiva de comprensión, el diálogo es el camino, y el cuidado de todo y de todos es la actitud del profesorado de Religión”. De esta manera, “el nuevo currículo de Religión católica deberá contribuir a un desarrollo integral de la persona que la capacite para el diálogo intercultural e interreligioso imprescindible en las sociedades plurales y democráticas”.
6. Formación integral del alumno
Otra de las conclusiones de este foro ha sido que el nuevo currículo de Religión católica “deberá diseñar sus competencias específicas en línea con las finalidades propias de la escuela, la formación integral, el diálogo y la comprensión crítica de la cultura, el conocimiento de las sociedades y la participación responsable en su construcción social”.
7. Aprendizaje por competencias
“El nuevo currículo de Religión católica tendrá un enfoque competencial y vinculará sus contribuciones educativas en cada una de las etapas, desde Infantil a Bachillerato, con los descriptores de los perfiles de salida”, ha explicado Pérez.
8. Proyectos interdisciplinares
Asimismo, la nueva asignatura de Religión “facilitará que se pueda programar por ámbitos y/o proyectos de forma globalizada e interdisciplinar”.
9. Metodologías activas y cooperativas
Además, la síntesis del foro asevera que “el aprendizaje-servicio y otras metodologías innovadoras han mostrado su mejora del rendimiento escolar porque aumentan la motivación del alumnado y su capacidad de comprensión de contenidos esenciales”
10. Contextualizado en los entornos locales
Por último, el foro ha puesto de manifiesto la necesidad de que “el nuevo currículo de Religión conjugará elementos comunes con otros más cercanos a las realidades locales”.
