La mexicana Marcela Szymanski ha sido la responsable última de la elaboración del Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo que cada dos años presenta Ayuda a la Iglesia Necesitada. La editora jefe alerta de un “notable empeoramiento del trato en este aspecto, sobre todo en los países occidentales, donde se está extendiendo la ‘persecución educada’ que denuncia el papa Francisco“. España, según sus palabras, es uno de los paradigmas de esta nueva modalidad “aprobando leyes que, ‘de facto’, discriminan a los creyentes“.
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PREGUNTA.- El informe destaca especialmente la situación de los creyentes en una situación más delicada, pero ¿cúal es la situación de España?
RESPUESTA.- España ha estado a punto de entrar en la nueva categoría que hemos añadido esta edición, la de los países en observación. Países donde vemos que se da esa ‘persecución con buenos modales’ como la definió el papa Francisco.
P.- Entonces, ¿se vulnera la libertad religiosa en España?
R.- Existen vulneraciones. El Gobierno de Pedro Sánchez es un ejemplo claro de lo que le acabo de decir. Lo que ha evitado su inclusión en la lista es que el Estado de Derecho funciona y las violaciones tienen una respuesta y seguimiento judicial.
P.- ¿Qué vulneraciones percibe?
R.- Como decía el Papa, es una persecución en nombre del progreso, del ‘buenismo’. Leyes que tratan de retirar al creyente de la vida pública, que crean nuevos derechos, que coartan otros… Por ejemplo, la Ley de Educación. Se está creando un clima en el que se discrimina al creyente frente al no creyente.
P.- ¿Por qué ha crecido de nuevo la intolerancia religiosa?
R.- Porque quienes persiguen o discriminan a alguien por su credo se saben impunes. La impunidad es el gran problema y contra lo que debemos luchar para que se respete este derecho fundamental. Y esto es importante: la libertad religiosa no es cualquier cosa, es un derecho fundamental. Quienes lo transgreden están transgrediendo tratados internacionales firmados por casi todos los países del mundo.
P.- ¿Y cómo se combate esa impunidad?
R.- Denunciando. Recopilando los hechos y las denuncias, analizándolas y acudiendo a los tribunales internacionales. Son casos ganados porque se trata de atentados contra un derecho fundamental recogido en tratados.
P.- Este no es el primer informe que señala esta situación… ¿por qué no se ha denunciado todavía?
R.- Porque no es fácil. En muchos casos son vulneraciones sutiles, disfrazadas de respeto y otros derechos, y pasan desapercibidas. Además, las víctimas necesitan ayuda para poder reconstruir los hechos, dar toda la documentación… Se requiere que los medios nos ayudéis.
Los medios de comunicación
P.- ¿Qué deberíamos hacer los medios?
R.- Denunciar todos los hechos de este tipo. De los miles de violaciones de libertad religiosa que han ocurrido y siguen ocurriendo, apenas alguno, como los atentados o los genocidios, aparecen en los medios. Es necesario poder contar con todas estas noticias, que las recopilen y den fe de ellas.
P.- De todo lo que ha visto para elaborar el informe… ¿qué es lo que más le ha impresionado a usted personalmente?
R.- Sin duda, la fulgurante y arrolladora expansión del Estado Islámico. En muy poco tiempo han pasado de Oriente medio a África y desde allí al sureste asiático. No estamos ante un grupo de terroristas, estamos ante un nuevo califato. No se conforman con aterrorizar y destruir. Están conquistando el terreno.
P.- ¿Un nuevo califato?
R.- Sí, sin ninguna duda. Antes, los grupos terroristas atacaban una aldea, la saqueaban y la gente volvía después a sus casas, a sus cosechas… Ahora ya no vuelven. El ISIS no se ha movido de manera errática. Ahora mismo controla grandes extensiones de terreno, pero, sobre todo, tiene recursos, minas, plantas de gas…
R.- ¿Se están enfrentando a una resistencia real?
P.- Los ejércitos africanos no tienen poder para resistirse al ISIS. Este cuenta con mejor armamento y parece tener gente infiltrada en las altas esferas políticas y militares porque están atacando convoyes y emboscando tropas de manera estratégica y con una precisión asombrosa.
P.- ¿No hay respuesta desde Europa y el mundo occidental?
R.- No se le está dando la importancia que tiene. Parece que es algo muy lejos de aquí cuando en realidad, ya están a las puertas de aquí. Y no sólo eso… Europa debería preocuparse por el cibercalifato.
P.- ¿Ciberataques terroristas?
R.- No solo. Sobre todo, de la captación de jóvenes europeos para la Guerra Santa, que se ha incrementado notablemente durante el confinamiento por el Covid.
P.- ¿Cuál es la relación de ISIS con Al Qaeda o Boko Haram, que también tienen presencia en África?
R.- Es una relación de cooperación total. Algo que debería alertar más, que estos tres grupos estén trabajando juntos, algo que solo sucede en África. Para la Iglesia, esto es un desastre.
P.- ¿Por la persecución y asesinatos?
R.- No solo por ello. Todos somos conscientes de que en África está el futuro de la Iglesia, de las vocaciones. Pero el ISIS se ha dado cuenta y se está adelantando. Está reclutando a los hombres y obligándoles a convertirse al Islam, pero también están violando mujeres sistemáticamente y promoviendo casamientos forzosos para que las mujeres abjuren y pasen a profesar la fe del marido, educando a sus hijos en esta.