La revista italiana Famiglia Cristiana publica una entrevista exclusiva con el secretario del papa polaco recreando lo sucedido el 13 de mayo de 1981
La revista italiana Famiglia Cristiana recuerda que se cumplen 40 del atentado sufrido por el papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro. Un intento de asesinato el que se produjo el 13 de mayo de 1981 cuando el turco Mehmet Ali Ağca disparó cuatro veces contra el papa polaco. “El primer disparo provocó el vuelo de una bandada de palomas. Inmediatamente después, el segundo disparo. El Santo Padre se desplomó de lado, encima de mí. Traté de sostenerlo” relata el que fuera su secretario, el cardenal Stanisław Dziwisz, que acompañaba al pontífice en el papamóvil.
En una entrevista exclusiva continúa su relato señalando que en Juan Pablo II “había una mueca de dolor en su rostro. Había sido golpeado. Le pregunté: ‘¿Dónde?’ Dijo: ‘En el vientre. Duele’. Me repetía a mí mismo: ‘Hay que salvarlo, hay que salvarlo’”. Dziwisz relata como fue el traslado inmediato del Papa al hospital Gemelli: “La Providencia me inspiró la decisión de no hacer que lo trajeran al apartamento, sino de transportarlo a Gemelli”. Cuenta, además: “Sentí que invocaba: ‘Jesús, María, mi madre’. El Santo Padre no preguntó quién le había disparado. Sólo estaba absorto en la oración de invocación”.
“La situación era grave. No estábamos preparados para una emergencia de ese tipo. Lo llevaron primero al 10º piso y luego al 9º. Finalmente llegamos a la sala de operaciones. Los mismos médicos que realizaron la operación, en primer lugar el profesor Crucitti, me confesaron que lo habían acogido sin creer en la supervivencia del paciente”, confiesa el fiel secretario. También recuerda que avisó al médico personal, el doctor Buzzonetti, para que se le administrase la unción de los enfermos. “Era como si me dijeran que no había nada más que hacer. Con el alma desgarrada, se la di”, confiesa. 5 horas y media después, Juan Pablo II salía del quirófano: “Fue un éxito. El Papa estaba a salvo”, rememora el arzobispo emérito de Cracovia.