El Papa ha recibido hoy en audiencia en el Vaticano a los miembros de la comunidad francesa Chemin Neuf, a quienes les ha regalado una catequesis sobre la fraternidad
“Os animo a que no tengáis miedo de caminar por los senderos de la fraternidad y de construir puentes entre las personas, entre los pueblos, en un mundo en el que se siguen construyendo tantos muros por miedo al otro”. Así lo ha expresado el papa Francisco hoy en audiencia en el Vaticano a los miembros de la comunidad francesa Chemin Neuf, una fraternidad católica con vocación ecuménica.
En su discurso, les ha agradecido su servicio a los más pobres. “Un camino que realizáis trabajando por un mundo más justo y fraterno”, ha recalcado, para luego añadir: “En la carrera desenfrenada por las posesiones, las carreras, los honores o el poder; los débiles y los pequeños son a menudo ignorados y rechazados, o considerados inútiles como material de descarte”.
Para el Pontífice, “a través de vuestras iniciativas, vuestros proyectos y vuestras actividades, hacéis visible una Iglesia pobre con y para los pobres, una Iglesia en salida que está cerca de las personas en situación de sufrimiento, precariedad, marginación y exclusión”.
El Papa les ha insistido también en la necesidad de “preservar la salud de nuestra Casa común y lograr una verdadera conversión ecológica”. “Lo que estamos viviendo actualmente con la pandemia nos enseña que todos estamos en la misma barca y que solo podemos superar las dificultades si nos ponemos de acuerdo para trabajar juntos”, ha agregado.
Jorge Mario Bergoglio ha acabado su intervención con estas palabras: “Nunca olvidéis que Cristo está vivo y que os llama a caminar con valor siguiendo sus pasos. Junto a Él, sed esa llama que reaviva la esperanza en el corazón de tantos jóvenes desanimados, tristes y sin perspectivas, generando lazos de amistad para un mundo mejor”.