Una exposición necesaria, atrevida, singular. Así es ‘Covid-19: Abre los ojos’. Una lectura social y ecológica de la pandemia, la muestra de Cáritas Diocesana de Barcelona en el Museo Diocesano.
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“Queríamos mostrar cómo ha afectado a las personas que hemos atendido desde Cáritas Barcelona, cómo se han creado redes de ayuda, también desde la propia sociedad civil, que se ha volcado en venir a Cáritas para ofrecer sus manos y ayudar –explica la comisaria, Marta Plujà i Calderon–. Y, desde ahí, hacer ver que esta es una crisis que viene de atrás, que tiene tres dimensiones: la ecológica, que es la principal; fruto de ella, está la sanitaria, y con las dos, la socioeconómica. Queremos hacer ver que necesitamos un nuevo contrato social”.
La cultura –cuarenta fotografías de gran tamaño, un mural del ilustrador Felip Ariza, un impresionante tapiz de Josep Grau-Garriga, una Merced del siglo XV y un retablo gótico de san Juan– para abordar una reflexión que es toda una llamada a la acción y a la esperanza: “Espero que quienes nos visiten encuentren este diálogo entre de dónde venimos y dónde estamos, para que sea capaz de abrir los ojos y hacer esta lectura social y ecológica de la pandemia. Es decir, para que pueda pensar y tener clara la idea del futuro que necesitamos”, manifiesta Marta Plujà. “Un futuro que debemos construir entre nosotros –insiste– y que no es una cosa que nos sobrevendrá”.
El “dónde venimos” es el propio origen de Cáritas Barcelona, aquella Secretaría de Beneficencia Cristiana que repartía la ayuda que las entidades católicas americanas enviaron en la posguerra. También el compromiso con los más débiles que vincula al propio Museo Diocesano.
“Hacer la exposición aquí tiene todo el sentido del mundo, porque lo que es ahora el Museo Diocesano fue la antigua Casa de la Pia Almoina, un hogar de caridad donde los mercedarios daban de comer a los pobres en el siglo XV. De hecho, la exposición acaba en el refectorio, en lo que hoy sería el comedor social”, expone Plujà, que ha hecho tándem con M. Luisa Yzaguirre como comisarias de una muestra que mantendrá abiertas sus puertas hasta el 30 de junio.
Fotos con dos caras
El “dónde estamos” es el COVID-19 y cómo ha afectado a los más pobres, relatado a través de esas cuarenta instantáneas de fotógrafos que habitualmente trabajan con Cáritas Barcelona: Sandra Balsells Cubells, Mingo Venero, Dani Codina, Pepe Navarro o Javier González Morillas, junto a otros de la casa, como Aïda Boladeres o Jordi Julià. “Estas fotos tienen dos caras. Muestran el sufrimiento, pero también la dignidad. Mostramos la pobreza descarnada, se ve la desigualdad y la exclusión de una forma muy clara y evidente, pero todas las personas que salen lo hacen de una forma muy digna. En la pobreza también hay dignidad”, manifiesta la comisaria.
La exposición y el título de Abre los ojos nacen, precisamente, del contraste entre dos imágenes: “Una es la foto de Las Ramblas completamente vacías cuando estábamos todos confinados. La otra es de la cola frente a la iglesia de Santa Anna, a apenas cien metros de esas Ramblas vacías, de personas sin hogar y sin ningún tipo de protección”. Dejaron de ser invisibles.
“Lo que pretendemos con la exposición es dos cosas. Primero, darle visibilidad a esto, porque cuando todos estábamos en casa, ellos seguían ahí en la calle. Es cierto que se ha agravado, pero esta situación ya estaba, era un caldo que se estaba cociendo –expone Plujà i Calderon–. Segundo, hacer ver que esta es una crisis de crisis, que tiene mucho que ver con dónde miramos. Hay que mirar cómo consumimos, dónde vivimos, cómo nos relacionamos, porque ello puede agravar más la situación y llevarnos al desastre. Por eso pedimos ese minuto de lucidez, ese minuto de abrir los ojos y fijarnos bien dónde estamos. Depende de dónde miremos, podremos salir adelante o acabar de estropearlo todo”.
