“El escenario sigue siendo de mucha dificultad ante una emergencia sanitaria que no cede y condiciones sociales y económicas aún peores, lo que nos motiva a seguir promoviendo la solidaridad y trabajando con más fuerza para ir en ayuda de quienes están sufriendo, experimentando hambre y otras necesidades vitales, así como dificultades para prevenir el contagio del coronavirus”, afirma el llamado que Cáritas Chile hizo público en estos días.
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Para concretar esa ayuda llaman a trabajar ‘Juntos frente a la emergencia’, disponiendo una cuenta corriente bancaria en la que se puede hacer los aportes. Invitan a donar el costo de desayunos, almuerzos, kit de higiene personal, kit de aseo domiciliario o una canasta de alimentos con valores que van desde los 1,5 dólares hasta los 50. Estas ayudas serán dirigidas a las comunidades más vulnerables, aportando a la alimentación, prevención de los contagios, fortalecimiento comunitario y salud mental de sus integrantes.
Generosos aportes
Durante el 2020, Cáritas Chile promovió la campaña humanitaria “Nadie se salva solo” en la que se logró recaudar $4.332.661.129, unos 5 millones de dólares, a través de donaciones en dinero, especies y proyectos concursables. Entregaron varios miles de kits familiares de higiene y prevención del contagio de COVID-19, sobre 61 mil kits de alimentos y 1 millón 200 mil almuerzos mensuales, apoyando el funcionamiento de 976 comedores y ollas comunes en la mayoría de las diócesis del país.
Estos generosos aportes de personas, empresas y organizaciones se canalizaron en su totalidad a los sectores más afectados por la crisis a lo largo del país, apoyando con alimentación y artículos de prevención, higiene y saneamiento a personas en situaciones de extrema vulnerabilidad por los efectos de la pandemia en todo el país. Además de apoyo a fuentes de trabajo y organización comunitaria.
El nuevo llamado responde a la urgencia de ir en ayuda de quienes están sin trabajo, cifra que supera el 10% de quienes están en condiciones de trabajar, además de apoyar a miles de familias de sectores vulnerables que pasan hambre y acuden a ‘ollas comunes’ para alimentarse.
Esta campaña responde a lo señalado por los obispos en su mensaje conclusivo de su reciente asamblea plenaria: “Hoy, en momentos de dolor, nuestro lugar está en medio de los pobres y sencillos, en las parroquias y comunidades, junto a los enfermos y las familias que han sufrido y siguen sufriendo”.
Efectos sociales, económicos y sicológicos
La pandemia ha tenido un violento rebrote en Chile llevando las cifras de contagiados y muertos a niveles superiores a los del año pasado. Las autoridades han decretado cuarentena, por más de un mes, en toda la Región Metropolitana, con la ciudad de Santiago incluida, que tiene más de 7 millones de habitantes, el 40% del país, como también en gran parte del país.
Los dolorosos efectos sociales, económicos y psicológicos de esta situación están en el origen de la campaña de Cáritas Chile. En la diócesis de Rancagua, por ejemplo, están catastrando las ollas comunes activas en toda la diócesis para canalizar ayuda en alimentos. Han identificado 50, menos que el año pasado debido probablemente a la cuarentena, dice el director diocesano César Morales. El año pasado Cáritas Rancagua ayudó a 80 de 120 ollas comunes que se organizaron en la región. Además, esta vez se propone distribuir 3.000 cajas de alimentos, cuyo contenido tiene un valor cercano a 60 dólares y 500 cilindros de gas.
Como Rancagua, todas las diócesis del país trabajan activamente en la preparación para canalizar la ayuda de la campaña “Juntos frente a la emergencia”, mientras las cifras de contagio muestran una persistente disminución.
El ministro de Salud, Enrique Paris, por su parte, informó que Chile superó los ocho millones de vacunados contra el coronavirus la mayoría de ellos incluso con la segunda dosis.
