Algunos fieles de Ciudad Rodrigo siguen inquietos por la falta de noticias sobre un posible nombramiento inminente de un obispo residencial para la diócesis civitatense, sede vacante prácticamente desde 2018 cuando Raúl Berzosa inició un retiro temporal. Aunque se ha provisto a la diócesis de los obispos Francisco Gil Hellín y Jesús García Burillo como administradores apostólicos; sabe a poco entre algunos sacerdotes y feligreses.
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A la espera de un obispo
Mientras se prolonga esta situación, unos vecinos han colocado una decena de ovejas con frases bíblicas –de los salmos a los evangelios, pasando por los profetas– denunciando la falta de un pastor que acompañe a su grey. Aunque nadie ha reivindicado esta propuesta, en los carteles aparecen las etiquetas #CiudadRodrigo y#DiócesisCiudadRodrigo para hacerse eco en las redes sociales.
Tocado indirectamente en este conflicto queda Jesús García Burillo, obispo emérito de Ávila y administrador apostólico de la diócesis mirobrigense, que aunque ha trasladado su residencia a la ciudad salmantina parece no contentar a los más críticos. El pasado mes de enero pidió a sus diocesanos a no colaborar “con vuestros actos en ninguna campaña que pretenda intimidar a la Santa Sede en su decisión sobre el futuro obispo de nuestra Diócesis de Ciudad Rodrigo”. Una petición que surgía 18 días después de que el ex vicario general, Tomás Muñoz, invitara en su carta ‘¡Surgere civitas!’ a defender la Iglesia local.