“La religión es un hecho fundamental en la vida y naturaleza humana y desde la política tenemos que proteger esa gran libertad que contempla nuestra Constitución en su Artículo 16”. Así se ha expresado hoy en materia de libertad religiosa la vicepresidenta primera del Gobierno de España, Carmen Calvo, que ha participado en la presentación en Madrid del programa ‘Municipios por la Tolerancia’, que tiene como objetivo ayudar a los gobiernos locales a gestionar la diversidad religiosa de una manera democrática, inclusiva y plural.
Durante su intervención –sin papeles–, la también ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática –encargada de las relaciones con las confesiones– ha reconocido que “la evolución que nuestro país ha experimentado en materia de diversidad religiosa es un activo del siglo XXI español; no es un problema, es una realidad que nos ha colocado en un espacio moderno, avanzado y de libertades”.
En el mismo sentido, Calvo ha expresado que en España “tienen que convivir las perspectivas de lo que la religión le aporta a cada quien. Yo soy una gran defensora del hecho religioso como una parte connatural de lo humano. Soy absolutamente respetuosa, porque la religión y los sentimientos religiosos de diverso tipo salvan”. Y ha añadido: “Por eso le doy un gran valor a las políticas públicas que protegen la libertad y ayudan al culto y al desarrollo de las religiones en nuestro país”.
La vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez ha insistido en que la “diversidad religiosa afortunadamente existe”. Y “la política de este siglo y el siguiente es para aquellos que sepan gestionar la diversidad, para quienes no la nieguen y para ninguna que piense que existe un referente único que cuando existe en la mente de un mal gobernante acaba imponiéndose dictatorialmente. Por esto es tan importante que estemos trabajando en la dirección contraria”, ha añadido.
La iniciativa ‘Municipios por la tolerancia’ parte de la Fundación Pluralismo y Convivencia, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias, y con el apoyo del Instituto de Derechos Humanos Padre Arrupe de la Universidad de Deusto. Al mismo ya se han adherido Bilbao, Burgos, Cartagena, Castelló, Fuenlabrada, Guadalajara, Málaga y Valladolid. A todos ellos, Calvo les ha agradecido su respaldo, al tiempo que ha animado al resto a hacer lo propio.
Calvo ha agradecido también al rector de Deusto, José María Guibert, por haber puesto el Instituto Pedro Arrupe al servicio. Así, ha celebrado el empeño de la Fundación Pluralismo y Convivencia en dotar de recursos a quienes, “desde la responsabilidad política, se enfrentan cada día a pie de realidad con la diversidad religiosa de nuestro país, para que puedan hacerlo en las condiciones en la que los estándares de una democracia rigurosa como la nuestra nos exigen”.
Por su parte, Abel Caballero, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha recordado que “las religiones tienen que encontrar el apoyo institucional”. Por eso, “me enorgullece decir que el Gobierno de España es pionero en la defensa de los valores profundos, que es algo que trasciende de la política”.
Mientras, Guibert ha puesto el acento en la gestión adecuada del hecho religioso. “La gestión de la diversidad religiosa es un asunto público que precisa ideas y criterios para una adecuada gestión democrática. No son cuestiones operativas, sino valores humanos”, ha recalcado.
“La gran apuesta es mostrar que la diversidad religiosa y cultural no es un problema, sino una oportunidad. Una oportunidad para el desarrollo humano, social y económico. Es una cuestión humana, de justicia y de respeto de derechos humanos, también de libertad. Las sociedades que no son libres no generan diversidad, sino que las destruyen. Una sociedad solo puede ser diversa si es libre”, ha señalado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que, “para un buen gobierno, la gestión de la diversidad religiosa no es una mera cuestión de orden público, tampoco una gestión separada de minorías. Al contrario, es una política destinada a toda la sociedad y que beneficia al conjunto de la misma”.
En su intervención, Inés Mazarrasa Steinkuhler, directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, ha reconocido que “la diversidad de creencias forma parte de nuestra realidad social, porque no somos un país monocolor en cuanto a las convicciones religiosas. La presencia de confesiones distintas a la católica se han ido multiplicando. Y esta pluralidad religiosa, que se añade al resto de diversidades que conforman nuestra sociedad, trae consigo la responsabilidad de atender las peculiaridades y necesidades que de ellas se derivan”, ha afirmado.
Según ha expresado, “nos encontramos ante un derecho fundamental, el de la libertad religiosa, cuyo ejercicio, tanto a nivel individual como colectivo, atañe a la esfera de competencia y servicios municipales y plantea particularidades a la que los ayuntamientos necesitan dar respuesta dentro de su ámbito competencial”.
Son precisamente estas cuestiones a las que busca dar respuesta este programa, con el que “queremos ofrecer a las entidades locales un marco completo de referencia y facilitar herramientas y un trabajo en red para impulsar buenas prácticas de gestión”. Los ayuntamientos que participan en el programa tendrán acceso a una herramienta de autodiagnóstico que les proporciona información sobre el nivel de adecuación de su gestión en materia de diversidad religiosa.
“‘Municipios por la Tolerancia’ es una invitación al encuentro y al intercambio entre ayuntamientos que ponen el trabajo por la tolerancia y la convivencia en el centro de su aspiración democrática y que ven en la diversidad no una amenaza, sino un potencial de desarrollo”, ha incidido Mazarrasa. “En definitiva, una invitación a la construcción de una sociedad más inclusiva en la que todas las opciones de conciencia, religiosas o no, puedan convivir en igualdad y respeto”, ha concluido.