La inclusión por parte del Gobierno de España de la eliminación progresiva de las deducciones por realizar la declaración de la renta de manera conjunta ha levantado un mar de críticas. El ejecutivo señala que esta iniciativa, además de suponer un ahorro de más de 2.200 millones de euros anuales, trata de incentivar la entrada de la mujer en el mundo laboral.
Pero la realidad, según Miguel Ángel Bernal Alonso, profesor de la Fundación de Estudios Financieros, es que “supone un duro golpe contra las familias y las parejas de hecho de clase media y las de menor poder adquisitivo, que son quienes suelen acogerse a esta modalidad”.
Bernal pone un ejemplo para explicarlo: “Un matrimonio jubilado. Uno de los cónyuges nunca ha trabajado o ganaba muy poco, por lo que su pensión es paupérrima, mientras que el otro ha ganado bien y cuenta con una buena pensión, si presentan la declaración conjunta, pueden beneficiarse, sin ella, se verán muy perjudicados. Por el contrario, una pareja que gana 60.000 uno y 80.000 el otro, siempre presentarán declaraciones separadas”.
Para el economista, “esta medida es un ataque clarísimo a la familia, a las parejas de hecho y a las rentas más bajas. Es terrible que se meta la tijera aquí mientras que contamos con 23 ministerios, por ejemplo. La excusa de que es para incentivar la entrada de la mujer en el mercado laboral es de risa… ¿alguien puede creerse que por unos 140 euros al mes alguien puede quedarse en casa sin trabajar?”.
Emilio González, profesor de Economía de Comillas ICADE, propone medidas alternativas “sin la carga ideológica de un gobierno antifamilia”. En su opinión, “habría que empezar por la tributación de las SICAVs y los rendimientos del trabajo que tributan como empresas para acogerse a tramos impositivos más bajos”. Para González, “esta iniciativa es el chocolate del loro, porque tiene un escaso potencial recaudatorio, mientras que desbarata a las rentas bajas y medias”.