Vaticano

Francisco: “La ayuda espiritual es una ayuda para la libertad”

El Papa escribe el prefacio de ‘Buscar y hallar la voluntad de Dios. Guía práctica a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola’ (Ancora), del P. Miguel Ángel Fiorito, su maestro espiritual





“La ayuda espiritual es una ayuda para la libertad. Es un apoyo guiado por una caridad discreta que, sin maltratar los límites, sabe encontrar incluso esos ‘deseos de los deseos’ en los que se apoya la gracia. Con este deseo del deseo es posible ayudar a los que practican la vida espiritual a dar un paso adelante con valentía y audacia”. Así lo expresa el papa Francisco en un viodemensaje por la publicación de ‘Buscar y hallar la voluntad de Dios. Guía práctica a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola’ (Ancora), del P. Miguel Ángel Fiorito.



El Pontífice escribe el prefacio del libro de su maestro espiritual, en el que la palabra clave es “ayuda”. Francisco comienza su alocución recordando que las ayudas de su maestro eran “hasta cierto punto”: “Esta conciencia y aceptación de sus propios límites nos indica lo profundo que era en él el respeto y la confianza en la libertad del otro. Su ayuda llega hasta el punto en que el otro, en su libertad, desea sinceramente dejarse ayudar”, afirma.

Para el Papa, el libro está creado para “ayudar” a quienes facilitan y quienes hacen los ejercicios. Asimismo, Jorge Mario Bergoglio se detiene en el concepto de “reforma”, “tan en boga hoy en día”. “En los Ejercicios, la reforma no solo está en tensión con lo que antes estaba deformado. Reformar es también conformarse con lo nuevo, es decir, con la vida, el estilo, los criterios y las elecciones del Señor. La reforma no tiene un carácter funcional, ni de autoperfeccionamiento, sino que está orientada a la misión”.

Reformar la misión

En el mismo sentido, Bergoglio detalla que, “si nos fijamos en el ejemplo de San Pedro, vemos que cada vez que se confiesa pecador, el Señor le llama inmediatamente a seguirle, perfeccionándole no en todo, sino en lo necesario para ser pescador de hombres y apacentar sus ovejas. El Señor no le pedirá a Pedro que se ponga a reformar todas las faltas que arrastra de su vida pasada, sino que le invitará a salir de sí mismo para anunciar el Evangelio, misión en la que se reformará el pasado respecto a ciertas cosas y no tanto respecto a otras”.

Según el modelo del Evangelio, “el fuego y la forma interior de los Ejercicios, como dice Fiorito, consisten en la acción interior de conocer –a través del discernimiento– ‘la voluntad divina sobre las cuestiones relevantes de nuestra vida espiritual'”, concluye el Papa su alocución.

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