El corresponsal de Vida Nueva en Roma ha presentado junto a Arturo Sosa el libro-entrevista ‘En camino con Ignacio’, elaborado con motivo de la celebración del Año Ignaciano
“La navaja suiza de la Iglesia”. Así ha definido a la Compañía de Jesús el periodista y corresponsal en Roma de Vida Nueva, Darío Menor, durante la presentación en Roma del libro ‘En camino con Ignacio’ (Sal Terrae), un libro-entrevista que ha elaborado junto al superior general de los jesuitas, Arturo Sosa, con motivo del Año Ignaciano, que dará comienzo el próximo 30 de mayo. Junto a ellos estaba en la presentación la presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).
Con esta imagen de la “navaja suiza”, el autor ha querido mostrar que, “gracias a su larga formación, su experiencia, su espiritualidad”, a los jesuitas “se les encuentra en los lugares más diversos: junto a los pescadores de filipinas o en las universidades más prestigiosas, desarrollando pensamientos al más alto nivel; con los refugiados en Colombia que llegan desde Venezuela; con los migrantes en España o en las parroquias”. Se trata, en definitiva, de una versatilidad que “se entiende también por su historia, porque probablemente estamos hablando de la congregación más influyente en la Iglesia del último medio milenio, así como la más numerosa de las masculinas”.
“Es una red grandísima que te permite entender cómo es hoy el mundo, y estas realidades llegan al padre Arturo Sosa y él hace una reflexión”, ha continuado Menor, quien ha subrayado, además, dos aspectos que considera importantes del actual superior general de la Compañía de Jesús: la reivindicación política y el optimismo. “En algunos países podría parecer una locura que alguien reivindicase la política en un momento en el cual parece que hay mucha corrupción”, ha explicado. Sin embargo, “él la reivindica partiendo de la cultura clásica. De hecho, dice que si no nos ocupamos de los asuntos públicos, sino centrados en lo nuestro, somos idiotas”. “Usa este término para intentar despertarnos y que hagamos una conversión interna en la que pongamos a los demás en el centro”, ha añadido.
En cuanto al optimismo de Arturo Sosa, Menor ha apuntado que, incluso en este año de pandemia “él siempre ha tenido la capacidad de ver la oportunidad”. Del mismo modo, “en el libro no encontraremos un llanto por la Iglesia o la sociedad del pasado. Él ve una oportunidad, incluso, en la descristianización”.
“Para un periodista es un lujo tener la oportunidad de tener tanto tiempo y tanto espacio para reflexionar sobre lo humano y lo divino, hablar de temas profundos que, al final, provocan un cambio en la persona y este es, en definitiva, el objetivo del libro: tratar de salir de nosotros mismos para poner a los demás en el centro”, ha señalado Menor, explicando, asimismo, que el libro –que le presentaron al papa Francisco la pasada semana– ha nacido con la idea de “ser un instrumento” para acompañar la celebración del Año Ignaciano.
“En sus once capítulos se abordan los grandes temas de la Compañía hoy”, ha explicado. “Por ejemplo, las cuatro líneas guía en la acción apostólica universal; la visión del padre Sosa del mundo de hoy; su vida en Venezuela; y su relación con el papa Francisco”.
Por su parte, Arturo Sosa ha reflexionado en la presentación acerca de la idea de libertad que se manifiesta en el libro. “En un contexto de pandemia, la libertad se ha convertido en el ansia de todos los seres humanos”, ha dicho. Sin embargo, “esto contradice plenamente a la realidad que vivimos. La vida en libertad encuentra obstáculos de todo tipo: personales, familiares, culturales, sociales, políticos, religiosos, etc.”. De esta manera, “como humanidad estamos lejos de una vida en libertad, aunque todavía estamos convencidos de que es posible”.
“Es algo que está muy dentro de nosotros, por lo que es muy pertinente la pregunta de cómo alcanzar esta libertad”, ha afirmado Sosa. Sin embargo, ha afirmado que se trata de “un camino, un proceso”. “La libertad no se obtiene de improviso. No es el resultado de un acto de magia ni de un mesías populista que la ofrece irresponsablemente y aparentemente gratis”. Por ello, se trata de “un proceso largo de liberación”, así como de “un camino que lleva al amor, a la entrega de la propia vida”.
“En este tiempo que estamos atravesamos, una inspiración de San Ignacio el discernimiento”, ha apuntado Jolanta Kafka. “Durante mucho tiempo, se ha entendido como un proceso individual, pero, con esta nueva relectura que estamos teniendo en la Iglesia, descubrimos que, desde el inicio de la Compañía de Jesús, el discernimiento era un proceso compartido”, ha recordado la religiosa.
Con la elaboración de este libro, ha remarcado Kafka, ha quedado patente la petición que el papa Francisco le ha hecho a la Compañía: “Traducir este discernimiento a todos los fieles y de traer a todos esta dinámica. Ciertamente, el camino sinodal es ya una prueba de esto”.