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El Vaticano pide a los obispos estadounidenses que pospongan la prohibición de dar la comunión a políticos abortistas

Doctrina de la Fe aconseja al Episcopado Norteamericano que continúe discerniendo las consecuencias de la decisión





El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis F. Ladaria, ha enviado una carta al arzobispo José H. Gómez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), pidiendo que se posponga la aprobación del documento que preparan sobre “la idoneidad para recibir la Comunión” de los políticos católicos. Un debate que se encuentra centrado en quienes, como es el caso del presidente Joe Biden, aprobaron con su voto leyes relativas al aborto, la eutanasia u otras cuestiones que entra en conflicto con la moral católica.



La carta está fechada el 7 de mayo y es una respuesta a la otra enviada el 30 de marzo por el presidente de los obispos que le informa de que le enviará el borrador del documento “para una revisión informal, antes de presentarlo a la asamblea para su votación”, según ha publicado la revista America.

Unidad y diálogo

Ladaria, que pide informar a todos los obispos de su respuesta, ha decidido no sacar de los archivos una consulta similar que se hizo en 2004 por parte del excardenal Theodore McCarrick al cardenal Ratzinger. Ahora bien, recuerda los principios establecidos en 2002 con el documento “Sobre algunas cuestiones relativas a la participación de los católicos en la vida política”.

Doctrina de la Fe remite al consejo ofrecido en 2020 con motivo de una consulta similar durante las visitas ‘ad limina’. Entonces se había “aconsejado que se emprendiera el diálogo entre los obispos para preservar la unidad de la conferencia episcopal frente a los desacuerdos sobre este controvertido tema”. “La congregación observa que tal política, dada su posible naturaleza contenciosa, podría tener el efecto contrario y convertirse en una fuente de discordia más que de unidad dentro del episcopado y de la Iglesia en general en los Estados Unidos”, señala.

Entonces se pidió que además del diálogo doctrinal se abrieran cauces con los propios políticos católicos “dentro de su jurisdicción que adopten una posición pro-elección en relación con la legislación sobre el aborto, la eutanasia u otros males morales, como medio para entender la naturaleza de sus posiciones y su comprensión de la enseñanza católica”.

Necesario consenso

Ahora, prosigue, la conferencia episcopal “se enfrentaría entonces a la difícil tarea de discernir el mejor camino a seguir para que la iglesia en los Estados Unidos dé testimonio de la grave responsabilidad moral de los funcionarios públicos católicos de proteger la vida humana en todas las etapas”. Por ello, advierte, que “una política nacional sobre el valor de la Comunión”, “necesitaría expresar un verdadero consenso de los obispos sobre el asunto, observando al mismo tiempo el prerrequisito de que cualquier disposición de la conferencia en esta área respete los derechos de los ordinarios individuales en sus diócesis y las prerrogativas de la Santa Sede”.

Por ello, “aconseja” a la USCCB que “cualquier declaración de la conferencia en relación con los líderes políticos católicos se enmarcaría mejor en el amplio contexto de la idoneidad para la recepción de la Sagrada Comunión por parte de todos los fieles, y no sólo de una categoría de católicos, reflejando su obligación de conformar sus vidas a todo el Evangelio de Jesucristo mientras se preparan para recibir la comunión”, concluye.

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