Tal como había expresado en la rendición anual, Cáritas indicó, en este plenario, que detrás de cada indicador de pobreza, ellos ven rostros de personas y situaciones de sufrimiento
El Presidente de la Comisión Episcopal para Cáritas Argentina, Carlos Tissera, ofreció sus consideraciones frente a los distintos miembros del Consejo Federal ‘Argentina contra el hambre’, que encabezó Alberto Fernández.
En clara referencia a las palabras del papa Francisco, sostuvo que mantienen la mirada en lo esencial, al tiempo que maduran la exigencia de una nueva fraternidad, capaz de ayuda y estima mutua. “Este es un tiempo favorable para volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo”, había dicho el Pontífice.
Después de agradecer la invitación a la reunión, Tissera aseguró que no son economistas. “Detrás cada indicador de pobreza vemos rostros de personas, de niños, ancianos, madres, trabajadores o desvalidos. Vemos familias, como las nuestras, o las de nuestros allegados, que verdaderamente están sufriendo física, psicológica y afectivamente. Personas como cada uno de nosotros, con sus sueños y anhelos, que la están pasando muy mal, aunque esperanzados por la vacunación”, expresó.
El obispo de Quilmes señaló que, en este tiempo de incertidumbre y angustia, como sociedad comprendimos que nadie es una isla que se salva solo; que tenemos alguna responsabilidad por nuestros hermanos. Destacó que Cáritas pudo desplegar su ayuda a más de 3,2 millones de personas y distribuyeron más de 10 millones de kilos de alimentos, porque se trabajó en forma conjunta con otras instituciones, más allá de las creencias.
Tissera recordó el canto del P. Julián Zini que subraya que “no es posible morirse de hambre en la patria bendita de pan”. Por eso, les preocupa la emergencia alimentaria y el aumento de los precios.
El presidente de Cáritas valoró el esfuerzo de las autoridades para proteger a los más vulnerables en lo alimentario y sanitario, y la reformulación de los programas asistenciales que se han ido subsanando.
De todos modos, Tissera reconoció no sólo la ayuda y lo económico, sino el invalorable recurso humano. Destacó: “Nuestra gente común y los pobres, en general, se han puesto al hombro la tarea solidaria”.
Agregó que los comedores y merenderos, los centros de asistencia y de contención están gestionados por los voluntarios, muchos de los cuales están bajo la línea de pobreza. “Eso no tiene precio y no es parte de las estadísticas, no se puede medir la enormidad del amor derramado en el servicio solidario. Merecen, junto a los agentes sanitarios, el mayor de los respetos y agradecimiento de la sociedad argentina”.
El titular de Cáritas enumeró algunas consideraciones a tener en cuenta para reflexionar y analizar en el Consejo Federal:
Finalmente, Carlos Tissera se dirigió al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, a los Ministros y a los integrantes del Consejo Federal. Les aseguró que Cáritas Argentina está presente porque quiere “construir una Argentina sin descartados, con mayor equidad social y trabajo digno”.