Este 13 de mayo se cumplen 40 años del atentado contra Juan Pablo II en la plaza de San Pedro. Quizá muchos serán los que se acuerden que estaban haciendo el día que dispararon al Papa, aquel día a las 17.19 h. cuando se disparó el primero de los tiros mientras el pontífice polaco saludaba a los fieles tras la audiencia de los miércoles. Pero, ¿qué estaba haciendo Jorge Mario Bergoglio?
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En la nunciatura
Aquel 13 de mayo, según recoge L’Osservatore Romano en uno de sus artículos de su edición del 12 de mayo, Bergoglio era rector del Colegio Máximo de San José en San Miguel, en la provincia de Buenos Aires y desde allí rezaba por la recuperación del Papa. La oración del jesuita de Buenos Aires no le faltará al Papa polaco durante su recuperación hasta el final de sus días, cuando sufría por la enfermedad.
“Se encontraba en la Nunciatura Apostólica en Argentina, antes del almuerzo, con el nuncio Ubaldo Calabresi y el padre venezolano Ugalde. Fue el entonces Secretario de la Nunciatura, Monseñor Claudio Maria Celli, quien le comunicó la terrible noticia”, señala el diario oficioso de la Santa Sede. Precisamente Celli sería el último presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, antes de su transformación por el papa Francisco en Secretaría para las Comunicaciones –hoy dicasterio–.