El Papa ha recibido hoy en el Vaticano a la Asociación Meter, la cual lucha contra la pedofilia desde 1989
“El abuso infantil es una especie de ‘asesinato psicológico’ y, en muchos casos, una cancelación de la infancia“. Así ha hablado el papa Francisco durante su audiencia con la Asociación Meter, la cual, desde 1989, “cuando pocos hablaban de esta plaga”, ha estado involucrada en la lucha contra la pedofilia en Italia y en otros países.
Asimismo, el Papa ha reclamado como “deber de todos los Estados” proteger a los niños “contra la explotación sexual” e identificar “tanto a los traficantes como a los abusadores”. “Al mismo tiempo, la denuncia y la prevención que se realiza en los distintos ámbitos de la sociedad son tanto más necesarias: realidades escolares, deportivas, recreativas y culturales, comunidades religiosas, individuos solteros”, ha afirmado Francisco. Además, ha señalado que en el ámbito de la protección de los menores y en la lucha contra la pedofilia “se deben preparar intervenciones específicas para ayudar eficazmente a las víctimas”.
Del mismo modo, Francisco ha señalado que la labor de la asociación sigue siendo necesario porque “lamentablemente, continúan los abusos perpetrados contra los niños”. Y se ha referido, de forma particular, a la explotación sexual a través de las redes sociales, “con páginas y portales dedicados a la pornografía infantil“. “Este es un flagelo que, por un lado, requiere ser abordado con renovada determinación por parte de las instituciones públicas y, por otro, requiere una mayor concienciación de las familias y de los diversos organismos educativos”, ha dicho el Papa.
En este sentido, ha ensalzado la “generosa labor” de la asociación durante los últimos años, ya que ha contribuido a “hacer visible el amor de la Iglesia por los más pequeños e indefensos“. “¡Cuántas heridas espirituales has vendado!”, ha exclamado.
Así, el Papa ha comparado la Asociación Meter con una casa. “Cuando decimos ‘hogar’ pensamos en un lugar de acogida, refugio, custodia”. Y, así, la organización ha sido y es “el ‘hogar’ de muchos niños que han sido violados en su inocencia o esclavizados por el egoísmo de los adultos“. “Ha sido y es casa de esperanza, favoreciendo un camino de liberación y redención en muchas víctimas”, ha afirmado.