Ante la próxima Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, que se celebrará del 24 de mayo al 1 de junio, la Comisión General de Justicia y Paz ha recordado, a través de un comunicado, la necesidad de que “todo el mundo tenga la oportunidad de recibir una vacuna segura y eficaz en esta pandemia Covd-19″. De esta manera, la organización se une a la solicitud realizada a la OMC de suspensión temporal de patentes de vacunas Covid-19, y pide la colaboración en la provisión de fondos que facilite simultáneamente la vacunación en todos los países.
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“La pandemia de Covid-19 ha puesto en evidencia, una vez más, que vivimos en un mundo muy desigual en el que las personas de los países empobrecidos son siempre las más vulnerables”, afirma Justicia y Paz. “En este momento, ante la dramática escasez de vacunas para combatir la pandemia de Covid-19 que están viviendo la mayoría de países, la Comisión General de Justicia y Paz de España desea unir su voz a la de todos los gobiernos y organizaciones que están solicitando a la Organización Mundial del Comercio (OMC) la suspensión temporal inmediata de las patentes”, continúa, explicando que se trata de una suspensión totalmente legal, “contemplada explícitamente en los acuerdos de la OMC, que amparan en ‘circunstancias excepcionales’ una suspensión temporal de los derechos de propiedad intelectual”.
Las consecuencias de la crisis
“Dada la evolución de la pandemia, esta suspensión es la única forma posible de aumentar la producción de vacunas contra la Covid-19 al ritmo necesario para permitir su control, ya que muchas más industrias farmacéuticas podrían colaborar en la producción de los miles de millones de dosis que se necesitan con suma urgencia en todo el mundo a corto y medio plazo”, asevera Justicia y Paz, advirtiendo que, si esto no se lleva a cabo, “el número de víctimas de la pandemia será aún mucho más terrible y el control de la enfermedad será imposible”.
“En algunos países esto supondrá retrocesos sociales y económicos muy importantes que comprometerán en buena medida su futuro, ya que cientos de millones de personas pueden recaer en situaciones de pobreza extrema”, afirma la organización. Del mismo modo, subraya que “los intereses corporativos de las industrias farmacéuticas, apoyadas por algunos gobiernos, no pueden prevalecer sobre una emergencia humanitaria, ni ahora ni en el futuro”.