España

Migrantes con Derechos denuncia devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla

La abogada María Vieyra advierte del “atropello” que supone esta práctica que se lleva a cabo en la frontera sur de España





En el marco de la campaña de sensibilización #DevolucionesSumariasNo, la red Migrantes con Derechos –formada por Cáritas Española, Justicia y Paz, CONFER y la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana– ha denunciado la alarmante habitualidad de las devoluciones sumarias en Ceuta y Melilla. Y lo ha hecho a través de un vídeo en el que María Vieyra, abogada del Servicio Jesuita a Migrantes en la frontera sur de España, explica cómo los procedimientos de las conocidas como ‘devoluciones en caliente’ no cumplen “con las suficientes garantías de protección de Derechos Humanos”.



De esta manera, la letrada subraya que la organización ha tomado testimonio a “muchas personas al otro lado” de la frontera, en Marruecos, “muchas personas que estaban heridas, ya sea por los cortes de las concertinas, por las fracturas tras haberse caído desde varios metros de altura o a consecuencia de la violencia de las fuerzas auxiliares marroquíes”. “Todas estas personas habían sido devueltas en sumario desde España”, agrega.

“Nos hemos encontrado el caso de un joven maliense de 15 años, también lesionado”, relata, preguntándose por qué, en este caso, “no se le permitió informar de que era un menor de edad no acompañado. “¿Por qué no se aplicó la ley nacional, comunitaria o internacional que se prevé para proteger a la infancia?”, dice la abogada.

“Los rechazos en frontera son un atropello”

Ya en España, “hemos podido tomar testimonio a solicitantes de asilo, ya debidamente documentados, que previamente habían sido devueltos de forma sumaria y que, pasado un tiempo, volvieron a intentar el salto, pudiendo cruzar a Melilla o a Ceuta”. Y, en este caso, Vieyra se pregunta “por qué no se aplicó debidamente la Convención de Ginebra”, es decir, la normativa internacional que regula el Estatuto del Refugiado.

“Sin defensa letrada y un intérprete que asegure el entendimiento a pie de valla, los rechazos en frontera son un atropello”, asevera la letrada, advirtiendo de los problemas legales que pueden suponer estas prácticas. “Es imposible”, concluye Vieyra, conciliar los rechazos en frontera con los acuerdos internacionales para la protección de los migrantes ratificados por España.

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