La directora del Colegio Isabel la Católica habló para Vida Nueva sobre la importancia de contar con herramientas adecuadas para sanar las heridas que ha provocado la pandemia en la comunidad educativa
El Colegio Isabel la Católica en el estado de Nuevo León se ha dado a la tarea de acompañar a su comunidad escolar para enfrentar el duelo ocasionado por la pandemia de Covid-19, a través del taller: “El ABC del duelo: primeros auxilios ante las pérdidas”.
Este taller, basado en el libro ‘Estoy en duelo‘ de editorial PPC, se llevó a cabo recientemente y tuvo como objetivo sensibilizar a la comunidad educativa sobre los aspectos básicos de acompañamiento en el duelo, a fin de crear redes de empatía y confianza.
Al respecto, habló para Vida Nueva la directora general del colegio, la religiosa María Elizabeth Mendoza Bravo, quien se refirió a la importancia de contar, como comunidad educativa, con las herramientas para enfrentar las pérdidas familiares tanto de los docentes, como de los alumnos y sus padres.
La religiosa María Elizabeth Mendoza Bravo explicó que han sido numerosas las pérdidas que se han registrado entre los familiares del personal y del alumnado, sea fallecimientos a causa del Covid-19 o por otros padecimientos, y debido a las circunstancias sanitarias estos no han podido despedirse adecuadamente.
Esto fue lo que llevó al Departamento de Psicología del colegio a tomar medidas para acompañar, en primer lugar, a los docentes en sus propios duelo, a fin de ayudarlos a salir adelante, pero también para que tuvieran más recursos para acompañar a los alumnos, algunos de los cuales perdieron a sus padres o abuelos.
Este taller fue impartido por el maestro Miguel Hernández, y participaron alrededor de ochenta personas, entre personal directivo, administrativo, psicólogas, docentes y algunos padres de familia del colegio.
La religiosa detalló que durante el taller quedó en claro qué es el duelo, “y algo muy importante: el qué decir y qué no decir para consolar y acompañar a una persona ante una pérdida; así como los tipos de duelo, lo esperado y lo patológico, los ritos de despedida y cómo abordar el tema de la muerte con los niños”.
En lo personal –añadió– “me ha ayudado mucho a ver con más precisión los términos, y a cuestionarme cómo he acompañado los duelos de quiénes me rodean, tratar de poner en práctica lo aprendido con mi comunidad religiosa y educativa, y poner medios como institución para poder ser más empáticos con los miembros de nuestra comunidad”.
Para María Elizabeth Mendoza, el haber compartido en un espacio seguro y de empatía las propias experiencias, el escuchar a otros, es ya terapéutico, pues “el ver los aspectos principales del duelo nos da un panorama para encuadrar nuestras vivencias y respuestas ante la pérdida. Saber qué es lo esperado y a qué le debemos poner atención, buscar maneras creativas de acompañarnos en estos tiempos de pandemia”.
Por su parte, la psicóloga del colegio, Vanessa Catalina González Huerta, quien también participó en el taller, manifestó que además del contenido teórico compartido, “el crear el ambiente para hablar de las propias experiencias y compartir con otros el dolor que deja la muerte de un ser querido, ayudó mucho a la sensibilización de los participantes”.
Considera que el taller le permitió conocer la sensibilidad y empatía con la que debe tratarse a una persona en duelo, además de puntos muy concretos, como indicadores, formas de acompañar, rituales de despedida, etc.
De esta manera –concluyó- podrán conocer la forma más sensible de acompañar a quienes sufren una pérdida, cómo ayudarles a encontrar sentido a la situación que viven, cómo detectar si el duelo puede convertirse en patológico, o si requieren ayuda profesional. “Asimismo, se brindaron herramientas concretas como cuentos e indicadores para acompañar a los niños que han perdido a alguien”.