El papa Francisco ha reconocido las virtudes heroicas del Siervo de Dios Mariano Gazpio Ezcurra, sacerdote de la Orden de los Agustinos Recoletos. Una aprobación que le abre el camino a ser declarado venerable, paso previo necesario a la beatificación. Lo ha hecho durante una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
- OFERTA: Semana del Laico en Vida Nueva: suscríbete a la edición en papel con un 25% de descuento
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Gazpio Ezcurra nació en Puente la Reina (Navarra) el 18 de diciembre de 1899 y murió en Pamplona el 22 de septiembre de 1989. Su vida religiosa transcurrió en Filipinas, en diversas misiones de la China continental y diferentes monasterios españoles.
Próxima beatificación
En la misma audiencia ha sido probado el martirio de la sierva de Dios María Agostina Rivas López, conocida como Aguchita (nacida Antonia Luzmila), religiosa de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. La próxima beata nació en Coracora (Perú) el 13 de junio de 1920 y fue asesinada, por odio a la fe asesinada por Sendero Luminoso, en La Florida (Perú) el 27 de septiembre de 1990.
Además se han reconocido las virtudes heroicas de otros siervos de Dios. Es el caso de Felice Canelli, sacerdote diocesano italiano que murió en 1977; Bernardo de la Madre del Buen Amor (Sigismund Kryszkiewicz), sacerdote polaco de la Congregación de la Pasión de Jesucristo; Colomba di Gesù Ostia (Anna Antonietta Mezzacapo), Priora del Monasterio de Santa Teresa de las Carmelitas Descalzas de “Marcianise” en esta población italiana; la milanesa Antonia Lesino, del instituto secular llamado ‘Pequeña Familia Franciscana’; y el laico Alexander Bálint, padre de familia que vivió en la actual Hungría hasta 1980.