El mandato de Tegucigalpa ha sido cumplido, la renovación es irreversible y se entronca con el camino sinodal
La 38ª Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) cerró con muy buenas noticias: Desde el Vaticano les han pedido colaboración en el itinerario sinodal para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocado por el papa Francisco y que inicia en octubre de este año hasta 2023.
Miguel Cabrejos, presidente del Celam, en rueda de prensa, aseguró que los obispos están agradecidos, incluso “la misma Secretaría General del Sínodo nos ha pedido colaboración muy especial como organismo continental”
Sobretodo basado “en la experiencia que lleva. Acuérdense de la Repam que hizo un camino de escucha inmenso, que terminó en el Sínodo [de la Amazonía] y siguió con el postsínodo que dio lugar al documento postsinodal y a la exhortación Querida Amazonía como también a la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama)”.
Además Cabrejos ha informado que “la aprobación de toda esta restructura pastoral y de todo lo que se ha planteado es producto de todo este gran esfuerzo sinodal y de comunión con todos los obispos y con el pueblo de Dios”. Dando por sentado que el mandato de Tegucigalpa (la 37ª Asamblea) ha llegado a buen puerto.
“Lo consideramos un proceso, este es un punto de llegada y al mismo tiempo un punto de partida, tenemos que seguir trabajando en esta proyección pastoral para un mejor servicio al pueblo de dios y de las conferencias”, acotó.
Por esta razón han convocado, por unanimidad y mandato de la 38ª Asamblea, celebrar en Puerto Rico, el 21 y 21 de julio, una Asamblea Extraordinaria para abordar con mayor profundidad aspectos de la estructura operativa y de talento humano que se ha presentado en su nuevo modelo de gestión.
Foto: Celam