El diablo se cuela entre las 6 canciones más espirituales de Eurovision 2021

Vida Nueva repasa los componentes religiosos de los temas que han pasado o pasarán por el escenario del Eurofestival en Róterdam

El diablo se cuela entre las 6 canciones más espirituales de Eurovision 2021

Tras el paréntesis de 2020, la ciudad de Róterdam acoge este noche la final de la edición número 65 del festival de la Canción de Eurovisión. 26 países, de un total de 39, llegan al final de la semana tras las dos semifinales. A eso se suman situaciones problemáticas que han hecho que se hayan caído algunas convocatorias. Más allá de la pandemia, hay temas recurrentes en las canciones que pasarán o han pasado por el escenario del estadio Rotterdam Ahoy que tienen elementos religiosos como trasfondo que Vida Nueva repasa más allá del apoyo de jurados y casas de apuestas. Todo ello en un certamen que tiene como lema “Open up”, es decir, “Ábrete”.



1. Eslovenia: “Amén”, la voz que procede del cielo

Ana Soklič es la representante de Eslovenia en el festival. En la primera semifinal se quedó y al martes interpretó la canción “Amén” –dos canciones llevan este título en esta edición–. La artista, que formó parte de un coro góspel en Harlem (Nueva York), interpreta esta canción de amor donde el Aleluya se oye frecuentemente. Para ella, el tema “trata sobre el amor porque es lo más importante y el mensaje de la canción es muy universal”.

“No te digas que los cielos te han echado y que has caído en desgracia. Serás golpeado y magullado, vas a quedar marcado hasta el fondo; pero eso te hará ser quien eres. Cuando aprendas a sanar, cuando aprendas a levantarte de nuevo, puedes decirle al sol: Amén”, dice la reparadora letra de la canción. Nacer para luchar, reivindica Ana Soklič ante una escenografía minimalista de claroscuros.

2. Otro “Amén” desde Austria

Vincent Bueno, el participante austriaco, ha participado el jueves con otra canción que también se llama “Amén”. La expresión hebrea que resonó con voz de ópera en la segunda semifinal tampoco ha logrado clasificarse para esta noche. “Nunca pensé que moriríamos”, proclama en esta canción de despedidas porque describe una relación muerta en la que no se intenta que resurjan los rescoldos.

3. Chipre: aliarse con “el Diablo”

“El Diablo”. Así como suena, en español y todo, se llama la canción que interpretará Elena Tsagrinou de Chipre y que es una de las favoritas de esta edición de 2021. De hecho es la va a abrir la gran final tras clasificarse el pasado 18 de mayo. El tema llegó al festival con acusaciones de satanismo por parte de la Iglesia ortodoxa del país e incluso de plagio del ‘Bad Romance’ de Lady Gaga. Entre llamas de fuego y diablesas de rojo, esta canción es una de las favoritas de esta edición.

“I love El Diablo, I love El Diablo, I love El Diablo” repite Tsagrinou en una canción cuya letra compara la fogosidad de su estado de ánimo tras una relación con los tacos y tamales de la cocina mexicana. “Esta noche vamos a bailar a la luz de la luna y luego lo haremos un poco más…” proclama a los cuatro vientos. Así está el nivel…

4. Noruega: apoteosis del “ángel caído”

Quien más se ha hecho notar en las calles de Róterdam estas últimas semanas es el cantante noruego que pasó de cabeza desde la primera semifinal. Es Andreas Haukeland, aunque se hace llamar TIX y su canción no abandona el inframundo ya que se titula “Ángel caído”. Finlandia con su canción rockera se ha clasificado invitando a pasar al lado oscuro.

“Estoy luchando contra todos mis demonios tratando de destrozarme”, se lamenta el cantante, ya que la trama del tema es que la chica ha roto la relación y por eso él se siente como un ángel caído. Aunque trate de volar, parece que la caso no se arregla: “no importa dónde esté mi corazón no hay manera de que alguna vez llegue al Cielo”, apunta con alas blancas y todo.

5. Países Bajos: comienza la Nueva Era

El país anfitrión propone una canción que interpreta Jeangu Macrooy en cuyo videoclip se presenta caso como un rito bautismal. Su canción “Nacer a una Nueva Era” está interpretada en inglés y en sranan tongo –lengua de Surinam–. La condena del colonialismo con otras posibles reivindicaciones que no tienen por qué ser las tendencias sectarias que ha traído la NewAge. “Tu ritmo es rebelión, escupieron en tu corona y envenenaron tu suelo. Tu ritmo es rebelión, quemaron a tus héroes en la hoguera pero tu voz hará eco de todos sus nombres”, reivindica el cantante muy a lo Fratelli tutti’ en una actuación en la que lo tribal y lo occidental conjugan muy bien a lo largo de todo el escenario.

6. España: el alma que se desvanece

“Voy a besarte muy lento / como la primera vez / y dejar atrás el miedo / con tu alma entre mis dedos”. Es lo que canta el representante español, Blas Cantó, en “Voy a quedarme”. La balada es un nostálgico homenaje a su abuela que perdió la vida por el coronavirus. “He bajado el cielo para descubrir que se esconde en tu mirada” señala en otro momento de la canción mientras afirma la auténtica presencia de quien ya no está. Sin miedo. Con esperanza.

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