El Museo Nacional de Escultura recupera y exhibe reliquias y relicarios para rebatir su propio título: ‘Extraña devoción’. La reliquia, su historia, la fe, el arte que genera y hasta su pervivencia en nuestro tiempo se despliegan en el Palacio de Villena (Valladolid) en una exposición sorprendente. “A primera vista, puede parecer que el mundo de las reliquias es algo superado, algo que está fuera de las inquietudes de nuestros días.
Sin embargo, la reflexión a la que se llega en el propio desarrollo de la exposición intenta hacer entender que el valor de la reliquia, como memoria y como mediación, es algo inherente al género humano. Al final, esa ‘extraña devoción’ parece que no lo es tanto, y esa necesidad de retener el recuerdo es parte de nuestra condición”, explica Manuel Arias, comisario de la muestra junto a Escardiel González, Juan Luis González y Cécile Vincent-Cassy.
El título cita una de las estampas de Los desastres de la guerra, una en la que Francisco de Goya denunciaba “el pensamiento mágico y atávico entre el pueblo llano”. Hoy, ese “universo mental” de reliquias y relicarios puede parecer ajeno a una sociedad secularizada, pero no lo es, como sostiene la directora del Museo Nacional de Escultura, María Bolaños: “La lectura contemporánea es que el fenómeno de las reliquias sagradas es un fenómeno histórico, pero es verdad que también es un fenómeno antropológico. Es decir, que los seres humanos tienden a guardar recuerdos, y muchas veces recuerdos físicos, recuerdos materiales, de sus seres queridos, de las personas ausentes. Y eso es una costumbre que se da de una manera también particular, por ejemplo, en el Romanticismo. Tenemos algunas reliquias que proceden del siglo XIX que tienen ese componente más sentimental”.
Pero, hasta llegar a ese epílogo de “reliquias profanas”, la exposición recorre, sobre todo, los usos y funciones de la reliquia a través de los siglos, particularmente en la Iglesia. “El culto a las reliquias en la cultura cristiana es un fenómeno fascinante, con multitud de matices que ayudan a entenderlas y que proporcionan claves para nuestra propia historia. Las reliquias permiten un acercamiento desde muchos puntos de vista realmente enriquecedores, desde su hallazgo a la manera de mostrarlas, pasando por las formas de sus contenedores, por el ceremonial con que se presentaban o por lo que generaron como imanes de devoción”, prosigue Arias, quien también es el coordinador, junto a Ana Gil, de la muestra inaugurada el pasado 8 de mayo.