El director del Instituto Teológico de Vida Religiosa expone los principales retos que nacen de la 50 Semana para Institutos de Vida Consagrada
“Sí, aún pintamos algo en estas sociedades post cristianas”. Con estas palabras se expresó Antonio Bellella, director de Instituto Teológico de Vida Religiosa, en la clausura de la 50 Semana para Institutos de Vida Consagrada que ha concluido hoy con más de 2.400 participantes.
Tras seis días de ponencias y coloquios virtuales, el religioso claretiano defendió el ser y hacer de los religiosos en la Iglesia en el mundo, con la conciencia clara de la necesidad de “interrogarnos cuál sería nuestro lugar en este aquí y en este ahora”. Con esta premisa, planteó los principales desafíos a los que se enfrentan los consagrados a través de siete palabras:
Bellella expresó que “cuando la vida consagrada pierde diálogo de la realidad, comienza a ser estéril”. Desde el convencimiento de que “somos seres en relación”, plantó cómo los diferentes ponentes, con el Papa Francisco al frente, expusieron la necesidad de “tejer unas relaciones nuevas”.
Desde una mirada a las raíces carismáticas, el director instó a las congregaciones a no quedarse anclados en la nostalgia, sino a emprender “un nuevo proyecto de vida desde Dios”.
En este ámbito, el claretiano apuntó como la comunión no puede ser entendida como “una suma desordenada de presencias”. El salto pasa por vivirla como “una presencia coral” en y desde la Iglesia.
Desde la conciencia de la falta de un relevo generacional, el director de ITVR hizo un llamamiento a “abandonar la inercia de las estructuras y optar por la vida de Jesús con todas sus consecuencias”. De esta manera, propuso a los consagrados vivir como “seguidores de un Cristo humilde y vulnerable”.
Con la premisa de que “algo nuevo está naciendo”, valoró el camino iniciado en aras de promover la misión compartida con los laicos, así como los pasos dados en internacionalización y multiculturalidad de las congregaciones. Eso le llevó a lanzar un “no” a la resignación y lanzar una invitación a ser cretativos.
Sabedor de que la complejidad del mundo actual hace que “no podamos responder a todos los problemas”, Bellella sí expuso la certeza de que los consagrados están llamados a “estar al lado de los que sufren”, a entender la hermandad que propone ‘Fratelli Tutti’ desde la proximidad.
El coordinador de estas jornadas expresó el agradecimiento a todos los participantes y colaboradores del encuentro e invitó a vivir en actitud de agradecimiento a la vida consagrada por el don recibido, con la mirada puesta en la fiesta de Pentecostés.