Al menos dos mujeres fallecieron anoche en una iglesia de Myanmar durante el ataque del ejército birmano a la aldea de Kayan Tharyar, en el estado de Kayah. Asimismo, la Agencia Fides ha informado que numerosas personas resultaron heridas, todas ellas desplazadas que habían buscado refugio en el templo.
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Como han explicado los jesuitas en el país a la agencia de noticias, los habitantes de la aldea consideraban que la parroquia podía ser un “lugar en el que podrían refugiarse con seguridad de los accidentes y tiroteos en la zona, pero trágicamente no ha sido así”.
Más de 800 fallecidos desde febrero
Por su parte, los jesuitas han condenado estos “crímenes atroces de la manera más enérgica posible”, y han pedido que el ejército “rinda cuentas” por lo sucedido. “Los militares deben cesar inmediatamente los ataques contra los civiles y contra las iglesias”, escriben los religiosos, explicando que “las bombas han destruido edificios, reduciéndolos a escombros con imágenes que recuerdan un claro escenario de guerra”.
Entre el golpe de Estado del 1 de febrero hasta el 23 de mayo se han registrado al menos 818 fallecidos a causa del conflicto en el país. En este contexto, Maurice Moe Haung, religioso birmano de los Misioneros de la Caridad, residente en Italia, ha señalado a la Agencia Fides que “la tarea de los fieles católicos en Myanmar es cada vez más difícil”. “Hay inocentes indefensos que viven una tragedia sin precedentes y la gente intenta defenderse con armas caseras”, ha denunciado, así como el “uso desproporcionado de la fuerza armada que alimenta la espiral de violencia”.