Francisco ha enviado una carta a la Orden de Predicadores con motivo del Jubileo de santo Domingo
“¡Que la Orden de Predicadores, ahora como entonces, esté en la vanguardia de un anuncio renovado del Evangelio, que pueda hablar al corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo y despertar en ellos la sed de la venida del reino de santidad, justicia y paz de Cristo!”. Este ha sido el deseo que ha expresado el papa Francisco para los dominicos, en una carta enviada a Gerard Francisco Timoner, maestro general de la Orden, con motivo del octavo centenario del fallecimiento de santo Domingo y Jubileo del mismo.
Asimismo, el Papa apunta en su misiva que “el mensaje evangélico de nuestra inalienable dignidad humana como hijos de Dios y miembros de la única familia humana desafía a la Iglesia en nuestros días a fortalecer los lazos de amistad social, a superar las estructuras económicas y políticas injustas, y a trabajar por el desarrollo integral de cada persona y de cada pueblo”.
Por otra parte, Francisco ha subrayado el atributo, atribuido a santo Domingo, de ‘Praedicator Gratiae’, predicador de la Gracia, el cual “destaca por su consonancia con el carisma y la misión de la Orden que fundó”. De esta manera, con motivo del centenario, el Papa ha señalado que se une “con alegría a los Frailes Predicadores para dar gracias por la fecundidad espiritual de ese carisma y esa misión, que se manifiesta en la rica variedad de la familia dominicana a lo largo de los siglos”.
Francisco ha recordado que santo Domingo “respondió a la necesidad urgente de su tiempo no sólo de una predicación renovada y vibrante del Evangelio, sino también, e igualmente importante, de un testimonio convincente de su llamado a la santidad en la comunión viva de la Iglesia”. “En el espíritu de toda verdadera reforma, buscó un retorno a la pobreza y la sencillez de la primera comunidad cristiana, reunida en torno a los Apóstoles y fiel a sus enseñanzas”, ha aseverado el Papa.
Asimismo, ha indicado que “al mismo tiempo, su celo por la salvación de las almas lo llevó a formar un cuerpo de predicadores comprometidos, cuyo amor por la sagrada página y cuya integridad de vida pudieran iluminar las mentes y encender los corazones con la verdad vivificante de la palabra divina”.
Por último, Francisco ha señalado que santo Domingo podría ser una “inspiración para todos los bautizados” en estos tiempos caracterizados por los “nuevos desafíos a la misión evangelizadora de la Iglesia”, ya que todos “están llamados, como discípulos misioneros, a llegar a todas las ‘periferias’ de nuestro mundo con la luz del Evangelio y el amor misericordioso de Cristo”.
“La gran vocación de Domingo”, asevera el Papa, “fue predicar el Evangelio del amor misericordioso de Dios en toda su verdad salvadora y su poder redentor”. “Su testimonio de la misericordia de Cristo y su deseo de llevar su bálsamo de curación a aquellos que experimentaban la pobreza material y espiritual había de inspirar la fundación de su Orden y dar forma a la vida y el apostolado de incontables dominicos en diversos tiempos y lugares”, ha matizado.