El Sínodo de Valencia abre la puerta a la Iglesia poscovid

  • El cardenal Cañizares subraya que la pandemia “ha cambiado nuestra forma de vivir el cristianismo”
  • El prelado espera que el proceso sea “un nuevo Pentecostés” para la archidiócesis

Clausura Sínodo Valencia

El Sínodo de Valencia, clausurado el 23 de mayo tras dos años de trabajo, abre la puerta a una Iglesia poscovid. La pandemia ha estado muy presente en el proceso y las 200 personas que han trabajado en él han analizado su impacto en los fieles y propuesto iniciativas para aplicar lo vivido. El cardenal Cañizares destacó la necesidad de que este proceso “suscite una nueva primavera, un aire fresco, un renovado Pentecostés en esta Iglesia que peregrina en Valencia, como lo hizo con la Iglesia del Concilio Vaticano II”.



Según el ‘Instrumentum laboris’, se han constituido 40 líneas de actuación para renovar la archidiócesis. Así, la archidiócesis trabajará prioritariamente en los próximos años en tener evangelizadores con formación, sentido pedagógico y competencia misionera; la importancia del acompañamiento, la urgencia de una coordinación pastoral y el necesario diálogo con la sociedad desde una escucha y acogida.

El Sínodo, convocado en octubre de 2019, se ha visto inmerso de lleno en la nueva realidad creada por la pandemia. El confinamiento, el sufrimiento causado, han hecho que el Covid se haya convertido en uno de los protagonistas del proceso, que también ha analizado cómo ha afectado a la Iglesia, a los fieles.

“Nuevas pobrezas, nuevas soledades”

La pandemia, analizó el prelado, “ha trastornado nuestros usos y costumbres y ha tenido, sin duda alguna, influencia directa en la manera de vivir el cristianismo”

Además, “ha creado nuevas pobrezas, nuevas soledades, y necesidades, que interpelan a los cristianos. La solidaridad de muchos cristianos ha sido ejemplar. Sin embargo, necesitamos estar preparados para imprevistos que, por razones de fuerza, y no de ideología, nos obliguen a vivir el cristianismo de nuevos modos y con nuevo estilo”.

Vivir la vida cristiana en tiempos de crisis

Por ello, para Cañizares, el Sínodo debe “señalar caminos para vivir la vida cristiana en tiempo de crisis, sobre el valor fundamental de la comunidad cristiana y su proyección caritativa y social, sobre la compañía al alcance de todos de la Palabra de Dios, sobre el buen uso de los medios telemáticos, y sobre el valor de la oración como experiencia vital de la fe”.

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