Cali, capital del Valle del Cauca, el el pacífico colombiano sigue en la espiral del conflicto, iniciada con el paro el pasado 28 de abril. Es una de las ciudades más afectadas por la violencia de grupos criminales, infiltrados en las protestas pacíficas.
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La arquidiócesis de Cali ha sido objeto de uso político por falsas informaciones que han circulado en la que su titular, Darío Monsalve, ha convocado a protestas, por ello han aclarado: “la Iglesia Arquidiocesana de Cali no está convocando ninguna manifestación ni marcha”.
Dejando por sentado que “respetamos a quienes los hacen, muchos de ellos feligreses católicos con razones y valores que merecen toda nuestra consideración”.
Proteger la vida
Han hecho un llamado al gobierno a proteger la vida de quienes se manifiestan “como derecho de todos los colombianos, hombres y mujeres”.
Todo ello mediante “el uso disuasivo y proporcional de la fuerza, sobre todo en contextos urbanos y de protesta social sin uso de armas letales y, ojalá siempre pacíficas, repudiando toda provocación a la violencia de parte y parte”.
Han recordado que “vienen acompañando un delicado proceso de diálogo, para una pronta concertación con acuerdos de protección del derecho fundamental a la vida y a los demás derechos vitales que la protejan y dignifiquen”.
Foto: AS Colombia