El presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB ha recordado al presidente que “esos recursos se gastarían mucho mejor” si se destinasen a ayudar a mujeres con embarazos en situaciones complicadas
La Administración Biden publicaba el pasado viernes su propuesta de presupuesto federal y, los obispos de Estados Unidos se han posicionado, una vez más, acerca del tratamiento que el Gobierno da al aborto. Esta vez, por pretender invertir fondos federales en la interrupción del embarazo. Así, el arzobispo Joseph F. Naumann de Kansas, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), ha firmado un comunicado en el que recuerda al presidente del país la existencia de la Enmienda Hyde, la cual ha estado en vigor desde 1976 con apoyo bipartidista, y que prohíbe el uso de fondos federales para el aborto, excepto en casos de violación, incesto o para salvar la vida de la madre.
“Ningún miembro de nuestra gran nación es más débil, más vulnerable o más indefenso que el niño en el útero”, ha señalado el prelado, reconociendo que, si bien “hay aspectos de la propuesta de presupuestos del presidente Biden que ayudarán a las personas vulnerables”, el Congreso “debe rechazar la propuesta de la Administración de subsidiar la muerte de los niños que están por nacer”.
“Durante casi medio siglo”, continúa, “la Enmienda Hyde y las disposiciones relacionadas han protegido a los contribuyentes de financiar la mayoría de los abortos“. Asimismo, ha recordado que esta política “cuenta con un amplio apoyo de demócratas y republicanos” y que “el aborto financiado por los contribuyentes representa un fracaso en la ayuda a las mujeres en su maternidad, ya que financia la desesperación y la muerte en lugar de la esperanza y la vida”.
“Todas las mujeres merecen los recursos que les permitan cuidar y nutrir plenamente a su bebé, para darles la bienvenida en un entorno estable y amoroso”, ha aseverado el arzobispo, apuntando que “estos recursos se gastarían mucho mejor” si se destinasen a “apoyar” a las mujeres con embarazos complicados “y a las madres primerizas que luchan, para que ninguna mujer sienta la presión económica de tener un aborto”.
“Hago un llamado a todos los líderes gubernamentales para que trabajen en pos de un presupuesto que realmente contribuya al bien común de todos”, finaliza el prelado. “Esto debería incluir las muchas propuestas en la presentación del presupuesto del Presidente que buscan proteger a las personas vulnerables“.