Las donaciones recibidas por Cáritas Madrid se han incrementado en un 71% en 2020. Asimismo, el número de donantes ha aumentado en un 65%. Una ola de solidaridad que ha permitido a la entidad triplicar su ayuda a las familias más golpeadas por la pandemia. En concreto, la ONG de la Iglesia en la Comunidad acompañó a 139.157 personas el pasado año, según se pone de manifiesto en la Memoria presentada esta misma mañana.
Esta solidaridad no solo ha sido económica, ya que más de 3.000 personas se ofrecieron como voluntarios durante los meses de confinamiento. “Ha sido un año duro, pero, en especial, para las personas más vulnerables. La crisis sanitaria ha traído consecuencias económicas y sociales que han golpeado de manera especial a quienes peor lo estaban pasando. En este tiempo hemos visto crecer la pobreza y el sufrimiento, aunque también se ha reactivado la solidaridad”, ha señalado el director de Cáritas Diocesana, Luis Hernández Vozmediano.
“Ahora que la vacunación avanza y que aumenta el número de personas protegidas, me gustaría que no nos olvidemos de lo que hemos vivido y, sobre todo, de que muchos de nuestros hermanos siguen sufriendo las consecuencias de esta tremenda crisis social”, ha agregado Vozmediano. Y es que, a pesar de que las ayudas para alimentación en lo que va de año se han reducido del 38% al 25%, estamos, en general, en una situación social más grave que antes de la pandemia, explican.
El director diocesano de Cáritas ha compartido sus tres principales preocupaciones a corto plazo: el aumento de la precariedad en el empleo, el acceso a la vivienda y que las consecuencias sociales y económicas de la pandemia acaban de empezar. Por otro lado, ha expresado la preocupación actual por la trata de personas con fines de explotación laboral. “España se está convirtiendo en país de captación”, ha recalcado.
Coincidiendo con el Día de Caridad –Corpus Christi–, la ONG de la Iglesia en Madrid ha hecho, este 3 de junio, un balance del primer año de pandemia, en el que, además de las casi 140.000 personas acompañadas, se han ofrecido ayudas urgentes entregadas en situación de emergencia durante los primeros meses del estado de alarma.
Como se pone negro sobre blanco en la Memoria, más del 85 % de las solicitudes de ayuda fueron para alimentos, suministros, gastos de vivienda y medicinas. Cáritas Madrid ha ofrecido 22.874 ayudas económicas a personas y familias, lo que supone un aumento del 56% respecto al año anterior, sin incluir ayudas en especie y ayudas con fondos propios de las parroquias.
La persona atendida en 2020 responde a este perfil: mujer (54%), menor de 45 años (45%), extranjera (61%), con vivienda en alquiler (64%) y sin trabajo (61%).
Según ha explicado Víctor Rodríguez, responsable del Observatorio de la Realidad de Cáritas Madrid, en los primeros meses de 2021, el porcentaje de personas atendidas sin empleo está en el 60%. Es decir, hay una lenta reducción. Además, ha mostrado su preocupación por el Ingreso Mínimo Vital: “Teníamos muchas esperanzas pero se está quedando muy por debajo de nuestras expectativas”.
Rodríguez ha insistido en que, “aunque salgamos de la crisis sanitaria, no lo haremos igual de rápido de la crisis social”. Por eso, “se va a poner a prueba en los próximos meses si la solidaridad en España es puntual o se trata de una solidaridad bien fundamentada y estable en el tiempo”.
Además, en este escenario social tan complicado, Cáritas lanzó nuevos proyectos de urgencia, como microcréditos solidarios, pisos para mujeres jóvenes, entrega de menús a domicilio, alojamiento de emergencia para personas sin hogar o centro de distribución de alimentos.
Cáritas ha agradecido el trabajo y esfuerzo realizado por las 455 Cáritas parroquiales, 21 obras sociales, 299 proyectos, 82 servicios y los 9.635 voluntarios.
Más allá de estadísticas, Cáritas ha querido compartir dos testimonios de personas ayudadas. En primer término, Aurora, que llegó a recursos de Cáritas embarazada y ha mostrado su agradecimiento a la Iglesia. En segundo lugar, Vanessa, de 23 años, quien acabó viviendo con su madre en una habitación y Cáritas le abrió la puerta de unos de sus residenciales para luego ayudarles a obtener un alquiler social. “No hubiéramos podido superar esto sin apoyo de Cáritas. He acabado biología y estoy haciendo un máster. Gracias Cáritas”, ha subrayado.