No le ha bastado con hacer pública la carta que ha escrito al Papa para presentar su dimisión como arzobispo de Munich y Freising por su “corresponsabilidad” ante la “catástrofe” de los abusos sexuales que azota a la Iglesia alemana. El cardenal Reinhard Marx ha comparecido públicamente para explicar porqué ha dado este paso al frente, justo unos días después de que la Nunciatura haya abierto una investigación al cardenal arzobispo de Colonia, Rainer Maria Woelki, por un posible encubrimiento de pederastia.
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“No quiero culpar a nadie, cada cuál encontrará su manera”, explicó ante los medios Marx, negando que con su gesto ha buscado presionar a otros obispos. Simplemente cree que urge que “todos los obispos tienen que asumir su responsabilidad”. “Se trata de renovar y reformar la Iglesia”, ha explicado el purpurado que ha sido el principal promotor del Camino Sinodal en el que se están poniendo sobre la mesa cuestiones como el celibato, el sacerdocio femenino, la homosexualidad…
Señal para las víctimas
“Las víctimas esperan una señal”, expuso antes los periodistas, convencido de que “alguien ha de asumir la responsabilidad de lo que ocurre en toda la institución y en el pasado”. “Incluso si alguien es declarado inocente tras una investigación -dejó caer-, la víctima espera que asuma la responsabilidad”.
El cardenal ha aclarado que haber puesto su cargo a disposición del Papa no significa que haya aceptado su renuncia. Es más, ha explicado que continuará al frente hasta que Francisco lo decida. También ha explicado que el Pontífice estaba al tanto de que iba a realizar este gesto y que le ha autorizado a publicarla. Fechada el 21 de mayo, la misiva ha ido acompañada de una declaración en la que subraya que cualquier obispo tiene una “responsabilidad institucional” que va más allá de lo que marque el derecho civil y canónico.
