Manuela Carmena: “El concepto de fraternidad humana de Francisco es de una trascendencia extraordinaria”

La ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, está convencida de que “el concepto de fraternidad humana tiene una trascendencia extraordinaria, porque nos obliga a repensar y renovar nuestros conceptos de nación, patria y frontera”. Para la también abogada y jueza la encíclica del Papa “está llena de aportaciones jubilosas sobre política”.

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Así lo ha manifestado hoy durante el X Congreso de Estudios promovido por la Escuela Superior de Estudios Franciscanos que ha contado con la encíclica ‘Fratelli Tutti’ bajo el lema ‘Los horizontes de fraternidad’. Carmena ha participado en una mesa redonda en la que también han tomado parte José Laguna, miembro de Cristianismo y Justicia, así como Jesús Martí Herrasti, de la Fundación Arizmendiarrieta.

Enorme felicidad

“Cuando leí ‘Fratelli Tutti’ sentí una enorme felicidad”, expresó la ex alcaldesa que confesó que “no soy creyente y ajena a la Iglesia, pero es jubiloso cómo el papa Francisco recoge una cultura de la familia cristiana que aporta un brillo y una novedad que faltaba”

“Hubo un momento -continuó Carmena- en que la Iglesia en España tardó en aceptar las grandes libertades y las democracias. Partiendo de aquella gran equivocación, contar ahora con estas reflexiones del papa Francisco resulta espléndido”. “Me gustaría que de esas palabras sabias pudieran deducirse acciones concretas”, apostilló. En este sentido puso como ejemplo a Rafael Altamira, uno de los humanistas españoles de principios del siglo XX que fue precursor de la actual Organización de las Naciones Unidas.

La bondad como virtud útil

“Quizá para mí la gran novedad de la encíclica es que plantea la bondad como una virtud en la política, que está mal vista en el ámbito público porque se considera una bobería”, subrayó Carmena, que recordó cómo en sus cuatro años como regidora fue tachada de “buenista”.

“El buenismo no es malo, lo malo es el malismo. El que se nos quiera convencer de que somos lupus contra lupus, solo sirve para desintegrar las sociedad. Debemos evitar el frentismo, el insulto y la desacreditación en el que estamos entrando”, defendió, sosteniendo que “la bondad además de ser un principio incuestionable es realmente útil, aunque hay quien piense lo contrario”.

Regular las redes

“Es tan importante para mí reivindicar la bondad como una cualidad en lo público, porque si no, la sociedad se lesiona”, apostilló, adentrándose en una defensa de las redes sociales y su utilidad más allá del conflicto que se pueda generar en ellas. “Lo que hace falta es regular esas redes y un ordenamiento jurídico”, sugirió.

Carmena subrayó que, “cuando el Papa Francisco dice que el ejercicio de la política es la caridad, a mí me gusta decir que la esencia de política es el cuidado. Para mí el alcalde es uno como otro, es un vecino más al que le ha correspondido dirigir la orquesta de la ciudad, de lo social, cuidando al extremo cada uno de los intérpretes”.

Estructuras de cuidado

Durante su alocución, Laguna subrayó que el Papa está haciendo una llamada a “educar la mirada y los afectos” en aras de la fraternidad. “Estamos llamados a crear estructuras de cuidado”, explicó el teólogo, que recordó cómo la parábola del buen samaritano que vertebra la encíclica, va más allá de una mera atención puntual, sino que busca involucrar al entorno. “Una educación samaritana no solo busca alumnos que tengan competencias para afrontar la realidad que le rodea, sino tener una sensibilidad especial para crear una red de cuidados”, comentó.

“Nos estamos jugando algo que va más allá del ámbito meramente educativo”, apreció, para subrayar que “hay pedagogías en la que el alumno excelente es aquel que puede seguir delante de forma autónoma, sin contar con nadie, algo que no va en la línea de la pedagogía del samaritano”. Con todo esto, Laguna reivindicó la “cuidadanía” frente a la “ciudadanía”, entendida como “una construcción del bien común que se articule en torno a los cuidados”.

Por su parte, Jesús Martí Herrasti, expuso el origen y trayectoria del Grupo Mondragón, como una iniciativa nacida de la mano del sacerdote José María Arizmendarrieta que hoy genera más de 81.000 puestos de trabajo. “Hoy día muchas empresas quieren avanzar en la responsabilidad corporativa, algo que la cooperativa asumió y desarrolló desde sus inicios”, comentó.