En días pasados, Vida Nueva dio cuenta de la reunión emergente que sostuvieron los días 1 y 2 de junio en Chicago, los obispos de Estados Unidos con representantes de las conferencias episcopales de México y Centroamérica para buscar una mayor colaboración en la región a favor de los migrantes.
En entrevista para Vida Nueva, Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien estuvo junto con el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez, en dicha reunión, dio detalles del encuentro en el que también se contó con la participación de autoridades vaticanas y organizaciones católicas.
Alfonso Miranda Guardiola explicó que “fue una importante reunión con el objetivo de estrechar lazos, hacer esfuerzos de vinculación de una manera lo más amplia posible entre México, Estados Unidos y Centroamérica. Fue una reunión, no de carácter oficial, pero sí muy importante por las personas convocadas y congregadas ahí”, señaló.
La reunión fue convocada por el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez; “participaron entre diez y doce obispos de Estados Unidos, y por parte de México, monseñor Gustavo Rodríguez, arzobispo de Yucatán y presidente de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas, y un servidor; así como una representación de los obispos de los países de Centroamérica”.
El obispo Miranda Guardiola detalló que se contó también con la presencia virtual del cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Vaticano, quien impartió una conferencia; así como con las participaciones de “aliados y personas que buscan estrechar lazos, construir puentes”.
Lamentó que debido a que no hubo mucho tiempo de preparación para esta reunión, faltaron obispos como los de Canadá, y una representación mayor de México, Centroamérica y otras organizaciones.
No obstante –apuntó- surgieron muchas ideas para poder trabajar de manera conjunta, “vincular lazos a través de nuestra red mexicana de casas de migrantes, unidos con la Red Clamor del CELAM, con monseñor Gustavo Rodríguez, que incluye albergues y casas de migrantes de toda América Latina”.
Resaltó la presencia de mujeres participantes y los frutos de las mesas de trabajo, mismas que calificó de “profundas y provechosas“.
“Quedamos en continuar nuestro trabajo en la búsqueda de nuevos proyectos que tengan que ver con la defensa de la dignidad y de la vida de los migrantes, tanto en Estados Unidos como en el recorrido a través de Centroamérica, y México como lugar de destino, de retorno de generación de migrantes y la realidad”.
Concluyó: “fue una muy importante reunión con mucha fraternidad y camaradería. Estamos muy contentos y satisfechos con el deseo de hacer más, de unirnos más y trabajar con mucha más colaboración y mucha más unidad”.
Por otra parte, este 7 de junio, la CEM publicó el mensaje titulado: “Construyendo puentes”, a través del cual el organismo saludó la visita a México este día de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris.
“Su presencia en nuestro país es una gran oportunidad para afirmar la identidad de cada uno de nuestros pueblos, estrechar lazos de fraternidad y de verdadera colaboración recíproca”, afirmaron los obispos a través de su presidente Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey.
En su mensaje manifestaron la preocupación de la Iglesia que peregrina en México “por la vigencia plena de los derechos humanos de nuestros hermanos migrantes, muchas veces expuestos a la violencia, a la corrupción, a la impunidad y a la exclusión”.
No obstante, los obispos confiaron en que “una nueva época para los migrantes puede inaugurarse si todas las partes nos comprometemos no solo a cuidar retóricamente sus personas, sino a valorar la enorme riqueza que cada uno porta y gracias a la cual, en muchas ocasiones, contribuyen a la construcción del bien común más allá de nuestras propias fronteras”.
Asimismo, dijeron tener la esperanza, de que ambos países puedan trabajar juntos en otros temas trascendentales, como son la seguridad, el desarrollo económico, la salud, la defensa de la vida, el cuidado del medio ambiente y la promoción de los más pobres”.
“Los muros son directamente proporcionales a nuestros temores. Los puentes expresan caminos de confianza y esperanza por los que nuestros pueblos pueden verdaderamente transitar”, concluyeron.