“Con Pedro y bajo Pedro, en comunión con mis hermanos obispos, asumo esta misión con la confianza puesta en el Señor y en mi Madre la Iglesia”. Con estas palabras José Rico Pavés acogía esta mañana su nombramiento como obispo de Asidonia-Jerez. En el transcurso de una rueda de prensa celebrada en el obispado de Getafe, el hasta ahora prelado auxiliar de la diócesis madrileña se comprometió a ser “obispo al estilo de san José: enamorado siervo de María Santísima, custodio del Redentor, trabajador servicial y padre en la sombra”.
La toma de posesión será el 31 de julio, si bien Rico Pavés acudirá previamente para una primera toma de contacto con la diócesis. El sábado 26 de junio presidirá una eucaristía de acción de gracias y despedida en la basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
“Me llevo la sensación de seguir siendo un aprendiz de obispo y creo que me va a seguir acompañando”, compartió con los presentes, a la vez que defendió que “este ministerio episcopal no se puede desempeñar en soledad, no tienen sentido francotiradores en la vida de la Iglesia”.
A preguntas de los medios de comunicación sobre los desafíos del momento actual, apuntó que “el Señor nos dijo que viviríamos momentos convulsos siempre”. “Que fuera encontremos rechazo, no nos debe preocupar. Lo primero que tenemos que hacer es cuidar lo que el Señor nos ha encomendado para, desde la unidad, acoger a los que nos miran con rechazo o indiferencia”, comentó. Desde ahí, defendió que “esta evangelización requiere que salgamos al paso de las heridas de nuestros contemporáneos”.
Sobre la preparación del Sínodo de la Sinodalidad que el Papa ha solicitado que arranque en las diócesis este mes de octubre, aseguró que “es un regalo llegar a Jerez sabiendo que tenemos que poner en marcha desde ese caminar juntos en una Iglesia sinodal”. “Si el Señor me lo permite, cuando llegue, me gustaría conocer a los colaboradores inmediatos, encontrar uno a uno a los sacerdotes, iniciar una visita canónica y, a partir de ahí, crear estructuras y formas de trabajo con formas sinodales”, detalló.
En saludo inicial a la diócesis de Jerez que leyó, Rico Pavés pidió a los sacerdotes jerezanos que “me recibáis con paciencia, que me ayudéis a ser vuestro obispo, de modo que, juntos, en la familia del presbiterio, seamos amor del Corazón de Cristo para nuestro pueblo”.
También tuvo palabra para los consagrados por la “belleza y radicalidad” de sus vidas volcadas ”a los más heridos por la adversidad”. A los laicos, les invitó a que “caminemos juntos como verdadera familia diocesana, en la familia grande de la Iglesia católica”.
“De los fieles de Getafe, no me despido. No puedo. Me habéis arrebatado el corazón”, añadió el obispo electo sobre la diócesis que deja: “Es el momento de hacer, de las lágrimas, oración. Sé que vuestro afecto me seguirá sosteniendo y seguiré contando con vuestra ayuda y plegaria”.
El obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, agradeció los nueve años de entrega ”por todos los bienes que ha derramado” destacando su labor en la inicación cristiana, en la catequesis, en el centro de estudios: “Ha sido una pieza fundamental en el centenario del Sagrado Corazón de Jesús”. “Esta siempre será tu casa, he encontrado en ti un verdadero hermano y obispo, te vamos a echar de menos”, añadió García Beltrán sobre un servicio que calificó de “discreto y eficaz”.