El cardenal Marx obedece al Papa: “Acepto su decisión”

El cardenal Marx obedece al Papa: “Acepto su decisión”

El cardenal Marx no abandonará su cargo como arzobispo de Múnich: “Con espíritu de obediencia, acepto su decisión”. Esta ha sido su reacción, publicada en la web de la archidiócesis, a la contestación del Papa, en una carta, declinando aceptar su renuncia por “corresponsabilidad” ante la crisis de los abusos. Asimismo, el purpurado confiesa que “no contaba con una reacción tan rápida, ni me esperaba la decisión de que debería continuar en mi servicio”.



Y es que el Papa, animándole a continuar como arzobispo de Múnich, le ha animado a recordar que “si te viene la tentación de pensar que, al confirmar tu misión y al no aceptar tu dimisión, este Obispo de Roma (hermano tuyo que te quiere) no te comprende, pensá en lo que sintió Pedro delante del Señor cuando, a su modo, le presentó la renuncia: ‘Apártate de mi que soy un pecador’, y escuchá la respuesta: ‘Pastorea a mis ovejas’”. Ante estas palabras, Marx se ha sentido “impactado por el tono fraternal” de Francisco, así como por “la percepción de haber sido comprendido en las razones de la petición de dimisión”.

Sin embargo, el purpurado ha reconocido que, ahora, se abre ante él un nuevo tiempo de reflexión sobre cómo “contribuir aún más a la renovación de la Iglesia”, aseverando que él mismo “debe asumir la responsabilidad personal y también institucional”, en particular “con respecto a las víctimas”.

3.677 casos de abusos sexuales a menores

La renuncia del cardenal, que se hizo pública el pasado 4 de junio, se ve enmarcada en un proceso de crisis que atraviesa la Iglesia alemana en cuanto a los abusos, que han llevado a Marx a presentar su carta ante Francisco al “no haber sabido reconocer” lo que ocurría en las últimas décadas, a pesar de que en ningún momento ha sido acusado de encubrimiento. Pero, para Marx, resulta evidente que existen “fallos institucionales y sistémicos”, además de otros “personales y administrativos”.

Sobre todo, después de conocer el resultado de las diversas investigaciones llevadas a iniciativa del propio Episcopado alemán, que puso de manifiesto la gravedad de la lacra de la pederastia entre los sacerdotes. Según el informe más reciente, entre 1946 y 2014, se contabilizaron 3.677 casos de abusos sexuales a niños y jóvenes por parte de 1.670 clérigos en el país.

En la carta fechada hoy, en la que Jorge Mario Bergoglio responde con su negativa a la renuncia, el Papa muestra su agradecimiento al purpurado alemán por su “coraje”. “Es un coraje cristiano que no teme la cruz, no teme anonadarse delante la tremenda realidad del pecado. Así lo hizo el Señor (Fil 2. 5-8). Es una gracia que el Señor te ha dado y veo que vos la querés asumir y custodiar para que dé fruto”, afirma el Papa.

Una crisis de toda la Iglesia

“Me decís que estás atravesando un momento de crisis, y no solo vos sino también la Iglesia en Alemania lo está viviendo. Toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis. La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual. Los sociologismos, los psicologismos, no sirven. Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo porque de una crisis no se sale solo”, continúa Bergoglio su explicación.

En una carta muy personal –aunque hecha pública–, el Papa continúa dirigiéndose así a su “querido hermano”: “Me decís que desde el año pasado venís reflexionando: te pusiste en camino, buscando la voluntad de Dios con la decisión de aceptarla fuese cual fuese. Estoy de acuerdo contigo en calificar de catástrofe la triste historia de los abusos sexuales y el modo de enfrentarlo que tomó la Iglesia hasta hace poco tiempo. Caer en la cuenta de esta hipocresía en el modo de vivir la fe es una gracia, es un primer paso que debemos dar”.

En el mismo texto, el Papa afirma, sin señalar directamente a nadie, que “no todos quieren aceptar esta realidad, pero es el único camino, porque hacer ‘propósitos’ de cambio de vida sin ‘poner la carne sobre el asador’ no conduce a nada”. “Las realidades personales, sociales e históricas son concretas y no deben asumirse con ideas –continúa–; porque las ideas se discuten (y está bien que así sea) pero la realidad debe ser siempre asumida y discernida”.

Hacerse cargo

Y añade: “Es verdad que las situaciones históricas han de ser interpretadas con la hermenéutica de la época en que sucedieron, pero esto no nos exime de hacernos cargo y asumirlas como historia del ‘pecado que nos asedia’. Por tanto, a mi juicio, cada obispo de la Iglesia debe asumirlo y preguntarse ¿qué debo hacer delante de esta catástrofe?”.

Según Bergoglio, “el ‘mea culpa’ ante tantos errores históricos lo hemos hecho más de una vez ante muchas situaciones aunque personalmente no hayamos participado en esa coyuntura histórica. Y esta misma actitud es la que se nos pide hoy. Se nos pide una reforma, que –en este caso– no consiste en palabras sino en actitudes que tengan el coraje de ponerse en crisis, de asumir la realidad sea cual sea la consecuencia. Y toda reforma comienza por sí mismo”.

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