El arzobispo Celso Morga admite que “no puede asegurar convenientemente una sólida formación” tal y como exige la nueva Ratio vaticana
“He decidido con gran dolor de mi corazón, que los seminaristas mayores se trasladen al Teologado de Ávila, que tiene su sede en Salamanca”. Con estas palabras, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, comunica en una carta fechada el 9 de junio, su decisión de cerrar el seminario diocesano ante la falta de candidatos al sacerdocio.
De esta manera, el pastor enviará a los cuatro seminaristas actuales a estudiar a la Universidad Pontificia de Salamanca, a la que desde hace años, está afiliada el Centro Superior de Estudios Teológicos de la archidiócesis extremeña. ¿El motivo de este salto? “La Iglesia nos sugiere, con particular insistencia en estos últimos tiempos a través de la ‘Ratio’ de la formación sacerdotal, tanto universal como la referida a España que, cuando una Diócesis no pueda asegurar convenientemente una sólida formación en el propio territorio, se una a otras Diócesis para fomentar seminarios comunes”, explica Morga en la misiva.
El arzobispo confiesa en el escrito que desde hace tiempo “no he dejado de reflexionar y preguntarme ante el Señor, sobre todo en estos últimos meses”. Desde ahí, confía en que “sea para bien”. “Me dirijo a toda la comunidad de los fieles para que, entre todos, procuremos, con una vida más intensamente cristiana, el fomento de estas vocaciones”, expone, argumentando que “es responsabilidad de todos”. Consciente de esa crisis de futuros sacerdotes, en la misma carta anuncia su decisión de renovar la Delegación Episcopal para las Vocaciones Sacerdotales.