“La pastoral con jóvenes ve necesario reactivarse y dar un paso hacia adelante para ofrecer esas iniciativas que quedaron en el tintero por las circunstancias sufridas, con una nueva perspectiva, con una nueva esperanza”. Así lo ha declarado hoy la Subcomisión de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), al ofrecer sus orientaciones para las actividades que se realicen de cara a este verano 2021, el segundo de la pandemia.
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En su declaración, la Subcomisión reconoce que “se ha criticado, y con razón, la actitud de algunos jóvenes durante esta pandemia”, aunque matiza que “otros muchos han sido parte de la solución en esta crisis“, ya que “han mostrado su cara solidaria en sus diferentes realidades, desde el voluntariado en entidades como Cáritas, cocinas económicas o incluso sin dejar de prestar servicio dentro de sus parroquias, movimientos o asociaciones”.
“Hoy esos jóvenes nos necesitan a nosotros, a la pastoral juvenil, necesitan que la Iglesia les vuelva a ofrecer lugares de encuentro con Cristo”, anima la CEE. Por ello, como ya se hizo al inicio del verano pasado, se ofrece nuevamente “un abrazo de esperanza a todos los que trabajáis en la pastoral con jóvenes y animaros e invitaros a ir hacia delante en las tareas pastorales que se quieren afrontar, especialmente en esta nueva etapa que iniciamos”. Y es que, tal como subrayan los obispos, “los jóvenes necesitan ir recuperando todo eso que perdieron durante estos meses”.
Las orientaciones
1. Afianzar la centralidad de Cristo en nuestras opciones evangelizadoras
“Sabemos que en todo este tiempo no se ha perdido la centralidad de Cristo en todo lo hecho y, por ello, tampoco lo podemos olvidar ahora”, apunta la Subcomisión. “Cristo motiva nuestras acciones y debe ser el centro de las mismas. Él es el ‘compañero de camino’ de nuestros jóvenes”, añade.
2. Actuar con creatividad
Si bien “puede que todavía no sea el momento de realizar actividades tan multitudinarias como antaño”, la Subcomisión anima a “aprovechar para interactuar en pequeños grupos, con un espacio más personalizado en el que el joven se sienta más protagonista”. “No olvidemos seguir trabajando por esa pastoral con jóvenes. Ellos son protagonistas del anuncio”, asevera.
3. Mirar con esperanza
“Ha quedado demostrado que todo el esfuerzo realizado desde el confinamiento ha dado resultado. La vacunación va avanzando y la curva de la enfermedad comienza a bajar”, dicen. “Caminemos con una esperanza fundada en la confianza en Dios, y confiando en los jóvenes”.
4. Ser solidarios
“No hay que olvidar que muchos lugares de peregrinación o casas de retiros han estado totalmente parados durante estos meses”. Por eso, los prelados subrayan que “debemos contribuir con ellos para reactivar esos lugares y que tanto bien nos hacen en nuestro trabajo pastoral”.
5. Conservar la esencia
“Somos seres sociales por naturaleza. Nuestros grupos, movimientos…, se crearon con esa condición: compartir la fe, caminar juntos, descubrir juntos esos momentos de vida y esperanza, disfrutar de la naturaleza como obra de Dios…, y todo ello forma parte de la esencia de lo que somos”, explica la Subcomisión.
6. Demostrar lo aprendido
“Nuestros jóvenes han demostrado que, siguiendo unas normas, pueden seguir formándose y encontrándose”, aseveran. “Si ha dado tan buenos resultados en otros espacios, más si cabe debe darse en las actividades de verano que realicemos”.
7. Educar en lo vivido
“El volver a tener actividades presenciales no debe hacer que nos olvidemos de todo lo pasado, de esos momentos de angustia y saturación virtual que arrastran los jóvenes”, recuerdan. “Es recomendable propiciar espacios para hablar sobre la pandemia y animar a expresar dudas y temores. Hay que empezar a posibilitar que los jóvenes integren estos momentos vividos y que no los repriman. Además, es importante que todo lo vivido se inserte en el proceso de maduración personal de la Fe”.
8. No dejarse llevar por la euforia
Asimismo, y si bien “todos estamos deseando volver a encontrarnos y vivir experiencias con los nuestros”, recuerdan que “no hay que olvidar que el virus sigue con nosotros y que, aunque nos creamos a salvo, relajar las medidas de seguridad puede ser negativo. Seamos prudentes”.
9. Preparar para la PEJ y la JMJ
“Aprovechemos este tiempo para realizar una preparación más personal para la PEJ de 2022 en Santiago de Compostela y la JMJ de Lisboa en el verano de 2023”, animan. “Hemos pasado por estar confinados, solos. El verano pasado ya pudimos realizar algunas cosas semi-presencialmente. Que este verano sea un paso más hacia adelante y además con un futuro tan apasionante”.
10. Algunas pautas para seguir
Finalmente, antes de comenzar cualquier actividad, llaman a tener en cuenta algunas cuestiones como:
- conocer la normativa del lugar (adjuntamos un esquema de las distintas normativas por comunidades autónomas),
- saber en qué fase de la desescalada se encuentra el lugar,
- opciones y protocolos por si se produjera un brote,
- pero, sobre todo, llenar la mochila de actividades atrayentes poniéndonos al servicio de la comunidad.
- Y por supuesto, mucha confianza en Dios y vivirlo con esperanza.