Líderes de diferentes religiones se reunieron este 10 de junio en el Templo Expiatorio a Cristo Rey –templo que resguardó la imagen de la Virgen de Guadalupe por 267 años– para participar en una Oración Interreligiosa por la Paz.
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Convocada por la Comisión de Diálogo Interreligioso de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a cargo del obispo Carlos Briseño Arch, el encuentro inició con la lectura del capítulo 8 de la encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco: “Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo”, por parte del obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Héctor Mario Pérez Villarreal.
Concluida la lectura, los representantes de cada religión compartieron una oración de concordia y paz, de acuerdo con su liturgia y tradición.
Construir fraternidad
Entre las religiones participantes estuvieron la Iglesia Católica, Iglesia Católica Greco-Melquita, Eparquía Maronita, Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Constantinopla, Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía, Iglesia Ortodoxa en América OCA, Iglesia Evangélica del Pacto Misionero, Comunión Anglicana, Iglesia Nacional Presbiteriana, Iglesia Luterana, Iglesia Metodista, Concilio Latinoamericana de la Iglesia de Dios Pentecostal, Comunidad Bet El, Comunidad Bahaí, Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna, Budismo Tibetano, Casta Tibet y Concilio Islámico.
Los participantes encendieron veladoras como un signo de que las religiones están llamadas a dar testimonio de la necesidad de construir una sociedad cada vez más pacífica, solidaria y fraterna.
Al final del encuentro, el nuncio apostólico, Franco Coppola, explicó la importancia de esta convocatoria por la paz, a raíz del conflicto que se vive en Tierra Santa, entre israelíes y palestinos, y pronunció la oración del papa Francisco por la paz, del 2014.
La última vez que se celebró en México un encuentro de esta naturaleza fue en 2013, en el altar mayor de la Basílica de Guadalupe, cuando líderes de iglesias cristianas tradicionales hicieron una oración ecuménica para orar por la liberación de los arzobispos de la Iglesia ortodoxa de Siria, Boulos Yazigi y Johana Ibrahim, que habían sido secuestrados, así como por la Paz en Medio Oriente.
Foto: Desde la fe/María Langarica
