El Mensaje del papa Francisco para la V Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra el 14 de noviembre pero cuyo contenido fue hecho público este lunes por el Vaticano, contiene una llamativa referencia a la violencia contra las mujeres que fue destacada en la presentación del texto por el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
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“Ante los sucesos cotidianos de violencia contra las mujeres, no se puede dejar de condenar esta barbarie que hace del mundo de las mujeres un escenario de auténtica pobreza”, dijo el prelado italiano, destacando cómo este fenómeno resulta “incomprensible” en particular en sociedades donde se han alcanzado “las formas más maduras de igualdad”. Pese a estos avances, siguen existiendo “expresiones de desigualdad y de falta de dignidad que hieren no solo a las pobres víctimas, sino a toda la sociedad, a menudo demasiado impotente y afónica como si se resignara a renunciar a las conquistas obtenidas con dificultad a lo largo de las décadas”.
San Damián de Molokai
Fisichella consideró que la vocación por los pobres constituye “uno de los contenidos centrales del Evangelio” y puso como ejemplo a seguir a san Damián de Molokai, el ‘apóstol’ de los leprosos. “El papa Francisco vuelve a proponer el testimonio de este santo como confirmación de tantos hombres y mujeres, entre ellos cientos de sacerdotes, que en este drama del Covid han podido participar totalmente en el sufrimiento de los millones de infectados”, dijo el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Ante los pobres, destacó recordando las palabras del Pontífice, toca asumir “directamente la responsabilidad sin permitir ninguna delegación en este sentido” ni tampoco caer en una “indiferencia” fruto de la costumbre.
Tras denunciar la “pretensión absurda” de quienes pretenden que los pobres, además de sufrir su condición, se “hagan además cargo de ser los responsables de la misma”, Fisichella ahondó en el necesario “cambio de mentalidad” en la respuesta a las personas en situación de pobreza. Esta no se trata de una “idea abstracta” ni quienes la sufren son “fruto de la imaginación”, sino que se trata de una “presencia masiva en la sociedad” que exige soluciones “fruto de la planificación creativa”.
La pobreza no es “fruto del destino”
Con su propuesta de ‘via costruens’, en la que plantea la necesidad de “dar vida a procesos de desarrollo en los que se valoren las capacidades de todos”, el Papa reitera una de las ideas de fondo de este pontificado, que “la cultura del encuentro como forma privilegiada de mirar al futuro de forma eficaz y llena de esperanza constructiva”.
En sus respuestas a los periodistas al final de la presentación del Mensaje para la V Jornada Mundial de los Pobres, el presidente del citado dicasterio vaticano subrayó la “dimensión evangelizadora” de estos y cómo su situación no es “fruto del destino”, sino consecuencia de una serie de “responsabilidades objetivas que tienen que ser analizadas y superadas”. También se mostró confiado en que las palabras del Papa le lleguen a los gobiernos e instituciones internacionales, pues la pobreza es “un fenómeno planetario que toca el mundo entero”.
