Los obispos catalanes piden “diálogo y medidas de gracia” respetando la justicia, pero eluden el término “indulto”

La Conferencia Episcopal Tarraconense llama a la clase política a “imaginar una solución satisfactoria que se aleje de actitudes inamovibles” con un “perdón sincero”

Los obispos catalanes piden “diálogo y medidas de gracia” respetando la justicia, pero eluden

Con la aprobación de los indultos a los políticos condenados por el procés a la vuelta de la esquina, los obispos catalanes han dado un paso al frente para defender la necesidad de aplicar “diálogo” y “medidas de gracia” en lo que denominan “todas las situaciones de conflicto”.



Aunque hay quien ha interpretado estas palabras de los pastores como un sí a la decisión anunciada por Moncloa, según ha podido consultar ‘Vida Nueva’ se trata de una conclusión que va más allá de lo que expresa explícitamente la nota aprobada durante la reunión mantenida ayer en la Conferencia Episcopal Tarraconense, que aglutina a todos los prelados de Cataluña y que actualmente está presidida por el arzobispo de Tarragona, Jaume Planellas.

Al servicio de todos

Fuentes eclesiales catalanas apuntan que son conscientes de que “unos pensaran que nos hemos quedado cortos y otros que nos hemos pasado, pero nosotros estamos al servicio de todos los catalanes, piensen como piensen, y sobre todo, buscamos la comunión entre todos”. Estas mismas fuentes, niegan estar en contra de los indultos, sino que más bien se situarían en la línea visibilizada estos días por el presidente de los empresarios españoles, Antonio Garamendi, que ve positiva esta iniciativa siempre y cuando forme parte de un conjunto de acciones dentro de la Constitución y respetando la ley que permitan que “las cosas se normalicen”.

En el texto redactado por los obispos, entre los que se encuentra el presidente del Episcopado español y cardenal de Barcelona, Juan José Omella, apuntan literalmente que “como hemos afirmado en numerosas ocasiones, nos mostramos convencidos de la fuerza que tienen el diálogo y las medidas de gracia en todas las situaciones de conflicto”. Con este mundo de partida, los pastores se muestran convencidos de que “el logro de un recto orden social que permita el desarrollo armónico de toda la sociedad necesita algo más que la aplicación de la ley”.

Vía efectiva

Y es ahí donde reclaman un diálogo “como vía efectiva”, a la vez que subrayan las condiciones para que este encuentro sea fructífero: “Si el diálogo es serio, capaz y abierto, y si se admite que dialogar siempre significa renunciar a las propias exigencias para encontrarse en el camino con las renuncias del otro, habrá avances”. En este sentido, los obispos instan a la clase política a “avanzar teniendo sentimientos de misericordia y perdón sinceros, respetando la justicia, ayudará a que los acuerdos que todos esperamos se logren pronto”.

Desde estas premisas, los pastores hacen un llamamiento a “imaginar una solución satisfactoria que se aleje de actitudes inamovibles que no ayudan a construir armónicamente la sociedad”. “Será entonces cuando se irán venciendo las dificultades y la capacidad de diálogo empezará a aportar posibles soluciones”, concluyen.

Más allá de la crisis política catalana, los obispos también han abordado la aplicación del nuevo plan de formación de los seminarios, además de mostrar su rechazo a la nueva ley de eutanasia, instando a la ciudadanía a firmar el testamento vital que ultima la Conferencia Episcopal Española.

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