Cono Sur

Aós a los jóvenes: “Sean protagonistas de la vida, del amor y del diálogo”

La Vicaría de Esperanza Joven invita a todos los agentes pastorales a reflexionar sobre la carta del arzobispo de Santiago a los jóvenes para acogerlos, motivarlos, alentarlos y estimularlos





La Vicaría de Esperanza Joven (VEJ) del arzobispado de Santiago ha organizado un encuentro virtual para profundizar sobre la carta a los jóvenes que el arzobispo Celestino Aós presentó en Pentecostés. A la actividad están siendo invitados todos los agentes pastorales, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos permanentes y laicos.



Cristián Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven, explica que “en este conversatorio, a partir de la carta ‘Cristo Vive’ y del X Sínodo (de Santiago), seguimos explorando nuevos caminos para evangelizar en el mundo de los jóvenes, buscando conectar con su realidad para así, junto con ellos, explorar los tesoros de la fe. Hay un desafío urgente para impulsar nuevos métodos de evangelización, y que esta la hagamos con renovado ardor”.

Jóvenes renueven su fe

En esa carta, de 30 páginas, el arzobispo Aós invitó a los jóvenes a renovar su fe como Pueblo de Dios que peregrina en Santiago y ofreció reflexionó sobre el rol de la mujer, la pandemia, la migración y los abusos sexuales.

El Arzobispo de Santiago señala en su carta que “es la comunidad entera la que debe sentirse responsable de acogerlos, motivarlos, alentarlos y estimularlos. Esto implica que se mire a los jóvenes con comprensión, valoración y afecto, y no que se los juzgue permanentemente o se les exija una perfección que no responde a su edad”, dice.

“Son precisamente los jóvenes, agrega, quienes pueden ayudarnos en la Iglesia a mantenernos jóvenes. Esto mismo, nos invita a generar comunidades acogedoras, que sean rostros de una Iglesia más humana, coherente y real, propiciando así espacios de contención y de maduración”. Advierte que, muchos jóvenes por su realidad, por su historia, por sus dolores, “no encuentran espacios de pertenencia ni de acogida; algunos viven la discriminación o no logran sanar las heridas que la vida les va dejando tan tempranamente”.

Anima también a reconocer el aporte de la mujer en la sociedad y en una Iglesia de todos y con todos. “Ellas, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares, revitalizan la belleza de la fe, de la esperanza y de la caridad”, de modo que –en todos nuestros ambientes y estructuras– es indispensable seguir cultivando su protagonismo”, afirma Aós.

“Hablen con sus obras”

Continúa pidiendo “favorecer una comunión eclesial abierta y participativa, de liderazgos compartidos, donde se evite cualquier resabio de una ‘cultura de élite’ o discriminación, que, equivocadamente, piensa que la Iglesia es sólo para algunos, o incluso para personas perfectas que responden a ciertas características. No nos olvidemos de que nuestras parroquias o movimientos han de ser el hábitat natural de quienes quieren caminar al encuentro del Señor, desde su fragilidad y abiertos a la conversión”.

También exhorta a los jóvenes: “¡Ustedes son la Iglesia, ustedes son parte fundamental del Pueblo de Dios que peregrina en Chile! Hablen ustedes, pero no tanto con palabras y gritos sino con las obras, con su conducta”. Llamó a los jóvenes a ser “protagonistas de la vida, de la verdad, del amor, del diálogo” y sostuvo que el encuentro verdadero “requiere que tengamos claras y firmes nuestras convicciones, nuestros valores, nuestra fe, nuestra identidad. Somos cristianos, un diálogo que disimula, esconde o traiciona sus valores por lograr acuerdos y beneficios propios acaba destruyéndose, porque en la mentira jamás se sostiene un proyecto de vivencia sólido”.

“Vayan a las plazas”

El arzobispo advierte que lejos de esperar que nuevos jóvenes lleguen a las comunidades cristianas, deben salir a su encuentro: “Vayan a las plazas, a las escuelas, a los malls y a cada lugar para invitar a muchos más a ser parte de la apasionante aventura de seguir a Jesucristo, de vivir la fe en comunidad y de abrazar una existencia llena de sentido. También los animo a crear espacios misioneros parroquiales o zonales que alienten, justamente, esta dimensión fundamental de la vida de la Iglesia, de tal forma que quienes son parte de nuestras comunidades juveniles puedan tener una viva experiencia en salida”.

Hacia el fin de la carta, el cardenal Aós reflexiona sobre una cultura del cuidado y la prevención de todo tipo de abusos. “Todos anhelamos que la Iglesia sea una institución que brille por su santidad, coherencia y ejemplaridad. Por eso es que la herida aún abierta por estos crímenes de los abusos sexuales de menores y sus consecuencias, exige de nosotros seguir viviendo una transformación interior que toque todas las fibras de la Iglesia y nos lleve a la generación de una nueva cultura marcada por el buen trato, los ambientes sanos, la responsabilidad común y el trabajo lúcido de todos”, exhortó.

Al mismo tiempo, la VEJ ha iniciado dos procesos de formación online para jóvenes: la Escuela de Formación de “Animadores de la Esperanza” (AES) que entregará herramientas teológico-pastorales para ayudar a crecer en experiencias de fe y animación misionera; y la Escuela San Agustín que entregará formación para fortalecer el encuentro personal y profundo con Jesucristo en la Iglesia, que los lleve a buscar conocerlo y amarlo cada vez más para luego anunciarlo a otros jóvenes. Ambos cursos durarán hasta diciembre próximo.

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