En su último mensaje, el secretario de Estado de la Santa Sede consideró que ha llegado el momento de la mutua colaboración, con un profundo respeto entre Estado e Iglesia
Este lunes 21 de junio fue el último día de la visita a México del secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, cuyo principal motivo fue la ordenación episcopal del sacerdote yucateco Fermín Sosa Rodríguez, a quien el papa Francisco nombró nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea.
Antes de regresar a Roma, Italia, el cardenal participó en la recepción que ofreció la Nunciatura Apostólica con ocasión del VIII Aniversario de Pontificado del papa Francisco, y ofreció un mensaje en torno a la laicidad del Estado Mexicano.
En este sentido, dijo que la Santa Sede considera que “ha llegado el momento de un renovado pacto de mutua colaboración, marcado por un profundo respeto de la legítima distinción entre Estado e Iglesia, un pacto basado en el principio de la laicidad”.
Explicó que este principio ya no debe entenderse o declinarse como una oposición entre las esferas religiosa y secular, sino más bien como una necesaria autonomía de compromiso y de acción en favor del bien de todos.
Por eso –añadió- desde hace algún tiempo se habla de una ‘laicidad positiva’ y, últimamente, también de una ‘laicidad constructiva’. En el sentido de que, lejos de ser un motivo ulterior de división u oposición, al principio de laicidad le compete, por un lado, respetar y acoger la valiosa contribución que las convicciones espirituales ofrecen a la sociedad y, por el otro, también actuar como barrera para cualquier tipo de desvío fundamentalista o secularista”.
El cardenal Parolin aprovechó su último mensaje para transmitir el saludo y la bendición del papa Francisco, “quien acompaña con especial atención y solicitud el caminar del pueblo mexicano”, dijo.
Parolin, quien formó parte de la delegación apostólica en México a cargo de Girolamo Prigione, de 1989 a 1991, se dijo feliz de haber podido regresar a este país.
“Un país rico de historia y de cultura, cuyas raíces cristianas, injertadas en el árbol vivo y fecundo de las culturas indígenas –ya ellas profundamente religiosas– han propiciado el desarrollo de una identidad profundamente solidaria, demostrada especialmente en los momentos más difíciles”.
Invitó a los asistentes a la recepción, autoridades civiles y religiosas, a brindar en honor de Francisco y por la amistad entre México y la Santa Sede.
En el evento también estuvo presente el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien aseguró ante el Secretario de Estado, el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, y el nuncio apostólico en el país, Franco Coppola, que “México valora el carácter valiente y transformador del papa Francisco“.
“Desde que asumió el Pontificado en 2013 ha puesto en primer lugar a los menos favorecidos y la causa de la paz, también se ha mantenido firme en la búsqueda de soluciones a temas fundamentales como los derechos humanos, la atención de los migrantes, la solidaridad con los desposeídos, aspectos con los que el gobierno de México coincide plenamente”, señaló.
Por la mañana, el cardenal Parolin sostuvo un desayuno privado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y posteriormente un encuentro con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien lo nombró huésped distinguido de la capital del país.
Foto: María Langarica/Desde la fe